Fils-Aimé subrayó que las conversaciones bilaterales deben realizarse en estricto apego a los tratados y convenios internacionales sobre derechos fundamentales y derechos de los migrantes. «Nuestro gobierno está comprometido a garantizar que se respeten los derechos, la protección y la seguridad de nuestros ciudadanos», declaró.
RETOS EN AGENDA BILATERAL
La relación entre Haití y República Dominicana enfrenta múltiples desafíos. Además de la situación migratoria, que afecta a miles de haitianos en territorio dominicano, se suman preocupaciones relacionadas con el tráfico de municiones, la seguridad fronteriza, el contrabando y la cooperación comercial.
El reciente desmantelamiento por parte de las autoridades dominicanas de una red de tráfico de municiones provenientes de arsenales policiales y militares subraya la importancia de un diálogo sobre seguridad. Asimismo, la cooperación aduanera y el fortalecimiento de las relaciones comerciales son áreas clave para la estabilidad y el desarrollo de ambos países.
UN NUEVO PACTO DE CONVIVENCIA
Fils-Aimé destacó la importancia de construir un «nuevo pacto de convivencia» entre los dos pueblos que comparten la isla. Observadores locales han señalado que un Haití fuerte y estable es un mercado más atractivo para la República Dominicana que un estado fallido, y que un vecino pacífico ayuda a controlar la migración irregular y fomenta relaciones bilaterales más saludables.
«Es necesario trascender las posturas nacionalistas y restablecer intercambios respetuosos y serenos, en beneficio mutuo», añadió.
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