Por: Becker Márquez Bautista Amigo lector.
Hay políticos que escogen las mentiras como buques insignia de su peregrinar en la vida cotidiana, en estos tiempos en los que vivimos decir que los políticos mienten es casi una obviedad, no son pocos los líderes de todo tipo de partido e ideología que han sido pillados diciendo algo que nunca cumplieron una vez fueron elegidos por el electorado; ofrecen cambios, un nuevo modelo de gobernar que en la práctica es una nueva forma de disimular la corrupción y el reparto del poder entre familiares (Nepotismo), llevando la ineficiencia a las instituciones públicas prácticamente destruyendo los avances que se habían logrado en materia institucional.
A veces pensamos que es porque consideran que los votantes somos idiotas, que no nos damos cuenta de sus mentiras. Sin embargo, teniendo en cuenta que gracias al Internet nos introducimos a papá Google su nombre o promesas realizadas en campaña que hoy no han cumplido, inmediatamente nos confirma fácilmente en qué han mentido y cuáles promesas han incumplido.
Por eso uno no puede evitar pensar por qué mienten los políticos. Deberían saber que van a ser desmentidos tarde o temprano. Decir que los políticos mienten es prácticamente lógico. Unos dirán que, realmente, no es así, simplemente que dicen prometer algo en sus programas electorales, pero por X o Y al final no lo pueden cumplir. Otros, quizás con los pies más en la tierra, dirán que efectivamente los políticos mienten conscientemente con la clara intención de conseguir ser escogidos por sus votantes y luego traicionan sus propios principios cuando ya están en el poder, por eso con estos comportamientos se encargan de decepcionar a aquellos que los eligieron.
Hay candidatos presidenciales que en la oposición son tajantemente antirreeleccionista dizque por principios, pero, cuando asaltan el poder rompen sus propios principios y los mandan al carajo. Es penoso como utilizan al aparato del Estado para justificar según ellos la repostulación por necesidad, pagan encuestas para falsear la realidad y vender una percepción para pedir a viva voz cuatro años más.
La repostulación es el cuento de nunca acabar en la República Dominicana, los presidentes de turno siempre tienen lambiscón que su único interés es seguir chupando de la teta del poder sin importar las consecuencias, los votantes que son parte de la sociedad dominicana y de las organizaciones políticas tienen que reflexionar y aprender a escoger líderes políticos que practiquen una verdadera honestidad, la lealtad y cumpla sus palabras. Como base integral del desarrollo de nuestra nación.
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