Hace mucho tiempo que en República Dominicana se viene produciendo una ola de violencia contra las mujeres, sobre todo, mujeres que son agredidas física y verbalmente por parte de sus parejas, exparejas, cónyuges o excónyuges.
Lo que sucedía era que, hace muchos años atrás, la violencia contra las mujeres y la violencia de género no eran denunciadas por las victimas de este flagelo, dado que el Estado no contaba con una política orientada en tal sentido, a tal punto que cuando una mujer acudía a un destacamento policial a denunciar a su marido por agresión, ni siquiera le tomaban la denuncia porque “eso era pleito de marido y mujer”. Los familiares de las mujeres les decían que “en pleito de marido y mujer nadie de tenia que meter”.
Desde siempre, algunos hombres “bueyeros” se emborrachan para agredir a las esposas o novias, alegando después que son llevados a la justicia, que lo hicieron porque estaban bajo los efectos del alcohol. Lo más grave del caso es que muchas mujeres terminan creyendo que ciertamente su pareja o expareja la agredió porque estaba borracho.
No hay nada más falso que esa afirmación. Cuando una persona tiene doble personalidad, es decir, aparenta ser la persona tranquila que realmente no es, utiliza la bebida alcohólica para escudarse detrás de la misma y poder acometer su agresión física o verbal (psicológica) en contra de la mujer, porque no tienen la valentía de admitir que son violentos de forma natural, por eso buscan desinhibirse mediante la ingesta de alcohol o sustancias alucinógenas.
Quien es violento y toma alcohol, saca a relucir esa violencia que lleva por dentro, es decir, deja ver claramente su verdadera esencia como ser humano. En tanto, quien toma alcohol y no es violento, se convierte en una persona más sociable, que habla mucho, pero sin ofensas, ya que el ser humano da de lo que tiene y, como no tiene violencia por dentro, lo que irradia es mucha paz y alegría.
Aunque no soy psicólogo, los especialistas de la conducta humana que lean este artículo, saben de lo que les estoy hablando. Así que, no es verdad que los hombres que beben alcohol y ejercen violencia contra sus esposas o exesposas lo hacen porque están bajo el efecto del mismo.
Eso es una vulgar mentira de cualquier hombre que lo diga, por eso, las mujeres no deben creerles cuando les pidan disculpas después de haberlas agredido, alegando que lo hicieron porque estaban borrachos. No se lleven, denúncienlos antes que sea tarde.
*El autor es Abogado, Periodista y Profesor Universitario.
19 de agosto del año 2022.
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