EL AUTOR es escritor. Reside en Santo Domingo.
POR: GUARIONEZ LUPERON
La coalición de partidos que acaban de lanzar la plataforma político-electoral “GANAREMOS”, presentada por el presidente del Bloque Institucional Social Demócrata (BIS), José Francisco Peña Gómez, es una interesante propuesta democrática, para gravitar en el mapa político electoral en apoyo de la candidatura del doctor Leonel Fernández.
Un bloque opositor con partidos emergentes y tradicionales que en la construcción de su realidad social tiene que demostrar o al menos, mostrarle al país, si quiere concitar el apoyo del electorado, que no sigue la misma lógica de todas esas alianzas y coaliciones que se han concertado tradicionalmente en la nación dominicana solo para buscar cargos.
El país necesita una coalición que se construya a partir de un programa político de desarrollo de la nación, que se ajuste al contexto y proceso social que se vive en Latinoamérica y el Caribe. Un programa político que ¨descolonice¨ los partidos y el Gobierno, que trascienda el componente de la democracia liberal, en el ámbito de la participación electoral y asuma verdaderas posturas políticas en beneficio de los estratos más pobres y un manejo del Estado con mayor equidad.
Posturas políticas de izquierda y no estoy hablando de que los partidos de la alianza GANAREMOS que son de derecha se conviertan en partidos de izquierda ni siquiera de centro izquierda, hablo de política de izquierda, ni siquiera enfatizo en el maniqueísmo de ¨izquierda buena¨ o de ¨Izquierda mala¨ del que habla con bastante propiedad el intelectual mexicano Jorge Castañeda, para referirse a esa ¨izquierda trasnochada, autoritaria¨ y personalista que abunda.
Me refiero a la izquierda ¨reformista¨ y ¨progresista¨, la que cree en la construcción de un país más igualitario y con menos desigualdad. La que marca distancia de los grupos de poder y promueve como señala el filósofo y politólogo italiano Norberto Bobbio ¨los derechos sociales¨ de los ciudadanos.
Porque como argumenta el economista francés Thomas Pikettes en su obra ¨El capital del XX1¨ ¨el funcionamiento del sistema capitalista, dejado a su propia lógica, genera una tendencia dominante a la concentración de la riqueza y de los ingresos¨, paradójicamente, una idea, que también comparte el eminente filósofo y jurista liberal estadounidense Jhon Rawls (No cree en la mano invisible del mercado), y que se verifica en el Informe Mundial sobre la Desigualdad del 2022, que registra que el 8 % de la población mundial concentra el 76 % de la riqueza del mundo.
Para ningún investigador de ciencias sociales es un secreto que a partir de los noventas todas las grandes reformas estructurales que se han implementado en el país, sumamente necesarias, en el fondo, al margen de contribuir con el fortalecimiento institucional, de los derechos políticos, de la estabilidad de los gobiernos democráticos, sin duda, que también, han impulsado un marco legal para que el gran capital opere libremente, con la inobservancia de los partidos y los gobiernos.
Han permitido que los grupos económicos impongan su poder en las políticas del Estado, congelen el desarrollo de los grupos de las regiones y de las nuevas visiones de desarrollo.
Los partidos por cuestiones políticas se han olvidado de crear los instrumentos para regular las prácticas económicas de estas élites económicas. Porque a veces, los funcionarios aparecen como simples peones.
Si de verdad GANAREMOS, quiere construir una plataforma con opción de poder y ganarse el respeto y legitimidad de los dominicanos de clase media y estratos populares que se los está llevando el diablo con esta inflación, lo primero que debe hacer es olvidarse de esos dos viejos enunciados oportunistas de que:
¨el voto de los aliados resulta indispensable para ganar las elecciones congresuales y municipales (sobre todo las uninominales, entiéndase directores de Distritos, alcaldes y senadores)” y de que sus votos son fundamentales “ya que las alianzas con los partidos emergentes, son vitales para que los candidatos presidenciales puedan alcanzar el umbral del 50%+ 1”.
GANAREMOS aprovechará la ola de descontento que inunda la región, y el país no es la excepción, si asume una postura política programática que la respete y departa el liderazgo del partido mayoritario, articulando un programa que no sea exclusivamente de derecha sino también de izquierda que sintonice con las demandas de la clase media y los estratos populares frente a los grandes temas nacionales, como han hecho todas las coaliciones triunfantes en América latina.
Posturas políticas sobre la seguridad social, la gestión de los fondos de pensiones, la transparencia, el medio ambiente, la pobreza, la concentración de la riqueza, los incentivos fiscales, las políticas juveniles, el desarrollo de las regiones y los grupos de forma igualitaria. Cómo enfrentar la estructura de la desigualdad social vigente en la sociedad dominicana.
Cómo construir un país que trascienda la economía del turismo y la remesa. Cómo transformar la educación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes en un sistema moderno y productivo.
GANAREMOS no puede ser una alianza más en el acontecer de la política dominicana, que solo se haga para buscar los votos que le hagan falta al partido mayoritario o como dice el Premio Nobel de Economía Paul Krugman para cuando se llegue al poder apoyar ¨una regulación favorable a los ricos¨.
Nada de eso. GANAREMOS por una coalición con posturas políticas que beneficien a la nación.
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