GINEBRA, Suiza.- El presidente Luis Abinader expuso en la 75ª Asamblea Mundial de la Salud, que se celebra aquí, las buenas prácticas adoptadas por su Gobierno en el manejo del COVID-19 para conseguir abrir la República Dominicana al mundo, con unas de las letalidades más bajas en el planeta.
Destacó que los resultados no son frutos del azar o el destino, sino de una política rigurosa, planificada y adaptada a cada momento y a unos profesionales de la salud a los que eternamente agradecerá por su trabajo.
“Durante esta pandemia, hasta ahora, hemos registrado 581,044 contagios, con 576,006 recuperados y 4,377 fallecidos”, informó el mandatario.
Reportó que en República Dominicana han sido administradas más de 15 millones de vacunas, garantizando el esquema de vacunación de dos dosis en casi 6 millones de personas de una población inicial objetivo de 7.8 millones. «Además, tenemos 4 dosis de vacunas por persona garantizadas para toda la población», aseguró.
Atribuyó los logros al comportamiento responsable de la ciudadanía al asistir de manera cívica a recibir sus dosis de acuerdo al plan de vacunación establecido, a una estrategia de vacunación casa por casa y al despliegue masivo de puestos de vacunación, equivalentes a 1 por cada 5 mil personas.
Explicó que la aplicación de la tercera dosis, en la que República Dominicana fue pionero, permitió aumentar 40 veces más los niveles de anticuerpos en la población que la recibió.
Indicó que la medida contribuyó a mitigar el impacto de la variante Delta durante los meses julio-septiembre del año 2021, reduciendo el número de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos respecto a brotes anteriores producidos por las variantes Ancestral, Beta y Gamma.
Recordó que el proceso fue acompañado por un riguroso estudio clínico, publicado en un artículo en la prestigiosa revista Nature en enero pasado, que fue galardonado por la Sociedad Internacional de Vacuna por la cantidad de veces que sirvió de referencia para estudios de otros países.
«Otra de la medida fue fortalecer el Laboratorio Nacional, garantizando a toda la población que lo necesitase, acceso a realizarse las pruebas PCR con entrega de los resultados en menos de 48 horas», agregó.
Resaltó que República Dominicana figura entre los primeros países de Latinoamérica en implementar la vacunación contra el COVID en niños.
“Hemos aprendido que la agilidad en la toma de decisiones ha sido determinante para conquistar algunas de las batallas de esta guerra sanitaria”, subrayó
Insistió en que la República Dominicana dio un paso decidido para realizar intervenciones en la vacunación, administración de medicamentos innovadores y rápido, internamiento basado en conocimiento local de sus médicos e investigaciones previas.
Abinader destacó que el buen manejo de la emergencia sanitaria ha permitido ir recuperando la economía a un ritmo muy alto.
Recordó que la Organización Mundial del Turismo reconoció recientemente a República Dominicana como el primer país del mundo, en lograr la recuperación total del turismo tras la pandemia.
El presidente dominicano indicó que “cuando todavía persiste la pandemia causada por el COVID-19, y ahora que una horrible acción de guerra altera la paz mundial, celebramos que esta asamblea tenga lugar bajo la iniciativa que el secretario general ha bautizado como Paz para la Salud y Salud para la Paz».
Exhortó a continuar multiplicando los esfuerzos en favor de soluciones universales.
«Para asegurar una paz sostenible y duradera es necesario garantizar el acceso universal a la salud, y esto incluye asegurar el acceso equitativo, particularmente de los países más necesitados, a las vacunas y a las tecnologías de salud, mediante la creación de un fondo para la atención de futuras crisis», resaltó.
Consideró que «tras dos años de la pandemia que ha puesto a prueba a la humanidad y a todas las instituciones, por lo que esta reunión constituye una oportunidad histórica para fortalecer la arquitectura universal de la seguridad en salud».
Señaló que las víctimas cobradas por esta enfermedad se cuentan por millones, dejan de tener identidad, y se convierten en una estadística. Sin embargo, agregó, las historias de pérdidas humanas son algo que no debe perderse de vista.
UN MUNDO MAS HUMANO
Abinader declaró que “cada muerte cuenta, cada vida perdida es un proyecto humano inconcluso, que nos llena de pesar y a la vez de humildad y que nos debe mover hacia un mundo más humano, consciente, e igualitario en el que tener servicios de salud más dignos y en el que estemos preparados para cualquier crisis sanitaria”.
Observó que ahora, y con casi todas las restricciones relajadas, gana la batalla la idea de que los riesgos han pasado.
“No es así, como bien dice este organismo, debemos seguir atentos, cuidándonos y manteniendo la guardia en alto en un mundo cambiante y de constante adaptación”, advirtió.
Opinó que las lecciones de la pandemia abren la oportunidad para un nuevo pacto internacional en favor de una gobernanza global de la salud.
Explicó que «una gobernanza que debe estar fundamentada en la solidaridad, tanto de la divulgación del conocimiento, de las tecnologías y de las políticas públicas más adecuadas para la gestión de los riesgos y amenazas sanitarios». «Asimismo, al acceso equitativo a las soluciones terapéuticas y vacunas actualmente disponibles», añadió.
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