Los manifestantes dijeron que los cortes eléctricos se extienden hasta por 12 y 13 horas, mientras tienen que pagar facturas elevadas.
Los manifestantes dijeron que los cortes eléctricos muchas veces se extienden hasta por 12 y 13 horas, mientras las tarifas que les envía la Empresa Distribuidora del Norte (Edenorte), tienen que pagarlas, o de lo contrario les cortan el servicio, con el cobro de moras, pago a las empresas contratistas responsables de cortar el servicio, entre otras adiciones económicas negativas para los clientes.
En barrios de Santiago, Moca, Puerto Plata, Santiago Rodríguez, Mao, Esperanza, La Vega, Monte Cristi, Salcedo y otros, se han producido quemas de neumáticos y encendidos de velas por los apagones. En Santiago, las protestas se han registrado en Matanzas, Ciruelitos, Yagüita de Pastor, Bella Vista, Pekín, Los Salados, Cienfuegos y otros. A su vez, en el municipio Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, muchas personas desesperadas salieron a las calles, lanzaron desperdicios y hubo quema de neumáticos, en los sectores El Matadero, Rabo Duro, Los Mangos y El Chucho. En San Francisco de Macorís, provincia Duarte, se registraron quemas de llantas en barrios populosos como Hermanas Mirabal y Pueblo Nuevo. Mientras que en la ciudad de Moca, la mayor parte de las acciones de protestas fueron en las calles Imbert, Sabana Larga y Sánchez.
Mientras que por más de dos semanas, desde que comenzaron los apagones, moradores de los sectores Guachupita, Los Guandules, Villa María, Capotillo y 27 de Febrero, de la zona norte de la Capital, pidieron a gritos la intervención de las autoridades.
“Ya no aguantamos, yo estoy enferma y el calor nos está matando. Yo no puedo estar sin luz, sola y enferma”, dijo Francisca Rosado, del barrio 27 de Febrero, llena de aflicción y con lágrimas rodando por su rostro.
Los comerciantes del Mercado Nuevo de la avenida Duarte, en el Distrito Nacional, denunciaron ayer tener más de un mes con deficiencias en el servicio eléctrico y que, en consecuencia, muchos han desistido de la venta de productos que necesiten refrigeración.
“Aquí se supone que la luz es 24 horas, pero se va por días enteros. Aquí ya no vendemos embutidos porque se dañan”, afirmó uno de los empleados de la Plaza Rosmery.
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