En la nación vecina hay más de 200 bandas y pandillas que buscan, por medio del uso de armas, el secuestro y robo, imponer su propia ley
La violencia se ha apoderado de las calles de Haití al punto que entre ellos mismos se sienten inseguros de sus compatriotas cuando estos se desplazan desde sus ciudades natales a otras zonas con menos incidencia de bandas.
Son estos grupos quienes tienen en zozobra a los ciudadanos de ese país, así como también a los dominicanos, con quienes comparten la isla, y demás extranjeros que por motivos laborales, religiosos, comerciales o turísticos visitan Haití.
En la nación vecina hay más de 200 bandas y pandillas que buscan, por medio del uso de armas, el secuestro y robo, imponer su propia ley, controlar las calles, las armas, las actividades comerciales, el transporte y los combustibles.
Las más conocidas son cinco y han trascendido a nivel internacional por su peligrosidad y actos criminales:
400 Mawozo
Los 400 Mawozo tuvo sus inicios como una banda rural que robaba animales, así lo explicó Gédeon Jean, responsable del Centro de análisis e investigación en derechos humanos (CARDH) en Haití, durante una entrevista al periódico español El País.
Pero se han extendido, especializándose en secuestros de grupos grandes para pedir rescates.
En conversación con el periodista Jacobo García, Jean explicó que ellos se instalaron en la zona de Croix de Buquet de la capital y han ido creciendo mucho en los últimos tiempos, apoderándose del área y recientemente disputándose por ella con otras bandas haitianas.
Su nombre es traducido como “los 400 vulgares” y “los 400 inexpertos”. A esta pandilla se le atribuye la mitad de los secuestros en Haití con el objetivo de obtener dinero, además de crear crisis y desestabilización política.
En el 90% de los casos, según el reportaje, son liberados después de varios días y es muy raro el caso en que son asesinados. No obstante, su modus operandi incluye torturar y golpear a sus rehenes para acelerar los pagos.
Se estima que su creación fue en 2016, según la página web Insight Crime, una organización que profundiza sobre el crimen organizado en América Latina y el Caribe.
Joseph Wilson, alias “Lanmò San Jou”, que se puede traducir como 'La muerte no sabe qué día llegará', es a quien se le atribuye el liderazgo de la pandilla los 400 Mawozo.
El pasado 3 de mayo Germine Joly, uno de los líderes de la banda, fue extraditado a Estados Unidos, Alias Yonyon, el joven haitiano fue requerido por las autoridades judiciales del Distrito de Columbia, acusado de contrabando de armas de guerra y de secuestro de ciudadanos estadounidenses, entre otros cargos, según informó la Policía Nacional de Haití en un comunicado.
Chen Mechan
El grupo Chen Mechan o “perros malos” se encuentran actualmente en conflicto por un territorio con los 400 Mawozos. En medio de las revueltas, han violado y asesinado gente desde finales de abril.
La zona Plaine de Cul de Sac, en Puerto Príncipe, es por la que ambos grupos están interesados.
El comunicado del organismo también alertó de que una docena de casas fueron quemadas en los barrios de Marécage y Butte Boyer en Puerto Príncipe.
G9 an Fanmi e Alye
G9, familia y aliados, son una alianza de nueve grupos armados, de los más fuertes de Puerto Príncipe, que a su vez tienen alianzas con otros grupos más pequeños en toda la ciudad.
La pandilla es dirigida por Jimmy Cherizier, alias Barbecue, un expolicía retirado en diciembre de 2018, bajo graves acusaciones de violaciones de derechos humanos y que había declarado la guerra al fenecido presidente Jovenel Moïse, quien fuera asesinado la madrugada del 7 de julio de 2021.
De acuerdo a Insight Crime, esta alianza entre bandas surgió en 2020. Aunque el año pasado algunas presentaron su retiro del grupo debido a conflictos internos.
Algunas de las áreas de Puerto Príncipe bajo el control del G9 son Martissant, Village de Dieu, Grand Ravin, Bas Delmas, Bel Air, Cité Soleil y Fort Dimanche, entre otras.
Los “Poteas ó Potiá”
Los Poteas tienen mayor bajo perfil. Así se conoce en Haití a los traficantes de haitianos indocumentados hasta República Dominicana.
Al igual que el resto, los Poteas secuestran personas, pero lo hacen para cobrar los préstamos que les hacen a haitianos para costearse el cruce ilegal a territorio dominicano.
Además de las gestiones para el traslado, orientan a sus clientes por los caminos que pueden pernoctar y llegar a República Dominicana. Igualmente, financian irregularmente viviendas, tierra, vehículos y otras propiedades a los interesados en emigrar a territorio dominicano en estatus migratorio ilegal.
Registros periodísticos de Listín Diario reseñan que muchos de los haitianos detenidos por miembros del Ejército e inspectores de Migración, ruegan que no los devuelvan a su país, alegando que tomaron dinero prestado a Los Poteas (Potiás) y que se exponen a ser secuestrados hasta que no paguen sus deudas con esta banda dedicada al tráfico de personas, drogas y otros ílictos.
Otra pandilla que completa la lista es 5 Segonn, conocida por sus revueltas y protestas violentas en Puerto Príncipe.
Históricamente, estas bandas no eran grupos criminales, sino militantes y fanáticos políticos que atacaban a los opositores y defendían con violencia al régimen de turno.
Las pandillas de Haití se han fortalecido desde el asesinato el año pasado del presidente Jovenel Moïse y se han convertido en autoridades de facto en partes significativas del país.
La ONG Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos de Haití (RNDDH) informó el pasado martes que ha contabilizado 148 asesinatos desde que se desató una guerra entre dos bandas armadas en Puerto Príncipe el pasado 24 de abril.
El informe ofrece detalles sobre numerosos asesinatos, entre los que hay víctimas de tiroteos, ataques con machete, incendios en casas, así como personas que fueron decapitadas o carbonizadas con neumáticos incendiados en plena calle.
Los enfrentamientos por el control del territorio enfrentan a las bandas Chen Mechan y 400 Mawozo en Cul-de-Sac, una región en la que se encuentran las comunas de Croix-des-Bouquets y Tabarre.
Durante varias décadas, las bandas criminales armadas han hecho estragos en las barriadas más pobres de Puerto Príncipe, pero en los últimos años han aumentado drásticamente su control en la capital haitiana y en el país, multiplicando los asesinatos y los secuestros.
Pie de foto: En Haití operan numerosas bandas armadas que controlan e imponen el terror en numerosas zonas del país, ante la mirada impotentes de sus autoridades.
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