Con estos datos, el más reciente boletín de Protección Civil de Haití duplica el número de muertos con respecto al balance oficial del 27 de abril pasado, fruto de los enfrentamientos por el control del territorio, que libran las bandas 400 Mawozo y Chen Mechan, conflictos que se desataron el pasado 24 de abril.
Los conflictos se desencadenaron en la barriada de Croix-des-Bouquets y, en los últimos días, se han expandido hacia Cité Soleil, Bajo Delmas y Martissant, de norte a sur de la capital haitiana.
La guerra urbana ha causado el incendio de al menos 23 casas, 48 escuelas y cinco centros médicos; ocho mercados han cerrado sus puertas y el mayor depósito de carburante del país, la terminal de Varreux, ha quedado paralizado.
Así, la falta de combustible complica la difícil situación de los habitantes de estas barriadas, de las que han huido al menos 9.000 personas buscando seguridad en plazas de la capital y en otras localidades de provincias.
HERIDOS POR LA GUERRA
El hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el barrio de Tabarre, en Puerto Príncipe, «ha visto un fuerte aumento en el número de heridos graves» que ha recibido en los últimos días, indicó a Efe el jefe de misión de la organización en el país, Mumuza Muhindo, aunque sin precisar el número exacto de personas atendidas.
El hospital de Tabarre está dentro de las zonas de conflicto y tanto el personal como los pacientes «pueden escuchar fuertes disparos a las puertas del hospital la mayoría de los días», indicó.
Dada la situación, para los trabajadores «es extremadamente difícil llegar al trabajo y claramente están bajo mucha presión. Muchos toman turnos largos para reducir sus movimientos», dijo Muhindo.
«Los pacientes también enfrentan grandes desafíos para llegar al centro, algunos han tenido que esperar más de 24 horas para encontrar transporte y llegar al centro médico», agregó.
PUERTO PRÍNCIPE, RODEADO POR LAS BANDAS
Los principales accesos a Puerto Príncipe están secuestrados por grupos armados que se disputan el territorio ante la inacción de las autoridades, incapaces de frenar la escalada de inseguridad, que se exacerbó a raíz del magnicidio del presidente Jovenel Moise en julio del año pasado.
Desde hace dos semanas, 400 Mawozo y Chen Mechan se disputan el territorio en la entrada norte de Puerto Príncipe, una guerra a la que se sumó, el pasado lunes, un ataque perpetrado por la coalición de bandas G9 Fanmi e Alye en el barrio de Bel-Air, en el corazón de la capital, quemando casas y escuelas.
El 1 de junio se cumplirá un año desde que el barrio de Martissant, en la entrada sur de Puerto Príncipe, quedó bajo el control de bandas armadas que se disputan el territorio, lo que obliga a quienes quieren ir o volver del sur del país a utilizar peligrosas rutas alternativas.
INACCIÓN DE LAS AUTORIDADES
La Oficina de Protección al ciudadano (OPC), institución nacional e independiente de promoción y protección de los derechos humanos, denunció la indiferencia del Gobierno ante la situación en la principal zona del conflicto.
«No hay ningún mensaje ni acción ni del Gobierno ni del Consejo Superior de la Policía Nacional. Estos gestos demuestran la incapacidad de las autoridades para reaccionar, dejando que las bandas armadas decidan sobre la vida y la muerte de los ciudadanos», criticó el OPC en un comunicado.
Desde la entidad, se instó al Estado «a tomar medidas rápidas y urgentes para restablecer el orden y la paz en las comunas de Croix-des-Bouquets, Cité-Soleil y en los barrios de Martissant» para que sus habitantes puedan realizar sus actividades «libremente y sin preocupaciones».
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