Motoristas ponen en riesgo la vida de los transeúntes cuando se desplazan por las aceras, ya sea para acortar rutas por los entaponamientos o para improvisar paradas de motoconcho. Y lo hacen a la vista de las autoridades que fiscalizan el tránsito, en calles y avenidas del Distrito Nacional.
Con un estrepitoso bocinazo y encima de la acera para uso exclusivo del peatón, un grupo de motoristas alertó su presencia a unos transeúntes quienes se disponían a desplazarse de una forma segura.
Esta escena se ha convertido en el diario vivir de los viandantes que buscan mantenerse en su espacio para evitar ser atropellados por algún vehículo u motocicleta.
La conducta urbana de los motoristas y motoconchistas en la ciudad ha cruzado la línea del respeto vial, al punto de poner en riesgo la vida de aquellos que de una u otra forma intentan circular de forma correcta, por esa zona de la vía pública limitada por la línea del contén y la línea de las propiedades adyacentes o aledañas.
Los peatones, mayormente del polígono central se desplazan por encima de las aceras con el temor de ser arrollados por otro ciudadano a bordo de un motor, que prefirió circular sobre el contén para botar el habitual tapón que prevalece en las vías y sin el miedo de ser fiscalizado por algún policía de tránsito. Esta recurrente y peligrosa acción se constató en la avenida John F. Kennedy en la cercanía de la Defilló. Asimismo, en la calle San Juan de la Maguana con Máximo Gómez y en esta última con avenida Duarte. También, en la John F. Kennedy próximo a Lope de Vega y Tiradentes, donde los conductores transitan encima de los contenes.
Aprovechan los tapones
Estos conductores de motocicletas aprovechan los taponamientos para subirse en las aceras y acelerar para evitar ser atrapados u observados por un agente de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett).
“Todos los días por la mañana ellos se suben en la acera (los motoristas). Hubo uno que me dio y me tumbó, gracias a Dios que no pasó nada grave, pero hay que poner un pare a eso”, expresó Silvia Figueroa Valera, quien se dedica a asear las calles del Distrito Nacional.
Figueroa Valera dijo que en la mañana esa situación de inseguridad vial se convierte en una constante y ha sido testigo de cómo otras personas han resultado lastimadas por los conductores de motores.
“Tú puedes ver cómo la gente se tira hacia la pared para evitar ser chocado por uno de ellos”, enfatizó.
Rutas de motores aparcan en isletas en la Máximo Gómez
elCaribe comprobó ayer que todavía algunas rutas de motoconchos se adueñan de las isletas para convertirlas en sus rutas o paradas para abordar pasajeros.
Esto se pudo apreciar en la intersección de la calle San Juan de la Maguana con Máximo Gómez, donde los conductores esperan por algún cliente para llevarlo a cualquier destino.
No obstante, una vez el pasajero está en la motocicleta, el chofer procede minuciosamente a introducirse en la vía y continuar su recorrido.
Este accionar pone en riesgo ambas vidas, ya que son pocos los que detienen su vehículo para permitirle paso a los motoristas.
En una edición pasada, elCaribe dio a conocer que esta situación también sucede en la avenida Gregorio Luperón con Gustavo Mejía Ricart.
Además, en la Leopoldo Navarro con San Martín y en la 27 de Febrero con Leopoldo Navarro, justo debajo del elevado.
Este manejo está prohibido por la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial y define el lugar propicio destinado como parada de pasajeros.
Por: Eliana Ledesma
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