Autoridades sanitarias aseguran harán descensos en centros donde se denuncian irregularidades en la atención.
POR: DORIS PANTALEÓN / DEYANIRA POLANCO
SANTO DOMINGO.-Tras registrarse una baja en las presiones provocadas por el Covid-19, en los últimos días han vuelto a ponerse sobre la mesa las grandes debilidades de que adolece el sistema de salud dominicano, en perjuicio de la calidad y derecho a la atención de los pacientes.
Indiferencia y otras manifestaciones de deshumanización en la atención; exigencia de depósito económico para el ingreso; “rebotes” o alegación de falta de camas al momento de un referimiento y largas horas en emergencias en espera de camas, son parte de las quejas y denuncias que ha estado haciendo pacientes y familiares por diferentes vías.
A esas debilidades se suman otras que igualmente van en detrimento de la calidad de la atención, como son dificultades de acceso a medicamentos, entre ellos de pacientes con enfermedades de Alto Costo; el cobro de altos copagos por consultas y otros servicios médicos y el deterioro en la infraestructura hospitalaria, que obliga en muchos casos a recibir atención bajo condiciones de hacinamiento.
Aunque se trata de quejas que por años han estado presentes como “punto negativo” de la atención médica en el país, es en esta última semana cuando han resurgido denuncias de pacientes y familiares que describen la crudeza con que en ocasiones reciben los servicios.
La Resolución Administrativa 00156-2008 emitida por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) dispone en su artículo primero que “ Se ordena a las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) garantizar a partir de la presente resolución, que en ningún caso o circunstancia las Prestadoras de Servicios de Salud (PSS) contratadas por estas, exijan a los afiliados del Seguro Familiar de Salud (SFS) pagos por concepto de anticipos o depósito como garantía por los servicios de atención médico-quirúrgicos que estos requieran, o nieguen el servicio por no realizar dicho depósito o anticipo”.
Largas esperas
“Las esperas en las salas de emergencias cada vez se hacen más largas”, son expresiones comunes entre pacientes que en las últimas semanas han presentado quebrantos de salud.
A esto se suma, que debido a la pandemia del Covid-19, antes de proceder al ingreso de un paciente, los centros de salud tienen por protocolo realizar la prueba del virus y, en caso de no formar parte de la Red Hospitalaria Covid, el paciente debe ser referido a otro establecimiento y con frecuencia es una tarea que debe ser realizada por sus familiares.
En algunos centros especializados de la red pública, la sobredemanda de atención aleja la posibilidad de lograr una cama. Un ejemplo de ello ocurrió esta semana en el Instituto Nacional Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (Incart), donde pacientes con cáncer atendidos en la emergencia, fueron despachados a sus casas por carecer de camas para ingresos, independientemente de su estado y a otros hasta les hacen transfusiones sanguíneas en los cubículos de emergencia.
En otros centros, además, la sobredemanda conlleva a que personas con cuadros severos, como un Accidente Cerebrovascular (ACV), una de las principales causas de muertes en el país, no son admitidas en servicios de emergencias, y hay ocasiones en que deben permanecer hasta dos días en la camilla, esperando para ser llevadas a sala de internamiento o de UCI.
Quejas puntuales
El pasado domingo 6 de febrero, en la noche, un envejeciente de 88 años, con hipertensión y diabetes, fue llevado a la emergencia de la clínica Guayubín Olivo en Santo Domingo Este, con pérdida de conocimiento. Lo atendieron y dijeron que presentaba un cuadro de tuberculosis y que había que ingresarlo en UCI, pero que debían depositar 150,000.
Los familiares, cuenta su nieto Javier, no contaban con los recursos y optaron por llevarlo a un hospital, luego de pagar la suma de casi siete mil pesos por los primeros auxilios.
Este pensionado, que solo tiene seguro subsidiado, recibió las atenciones en la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar, donde descartaron el diagnóstico anterior, y lo enviaron a su casa estabilizado con una referencia para un especialista del mismo centro.
Niño convulsionando
La madrugada de este lunes, un niño de un año y 10 meses fue llevado convulsionando, por fiebre alta, a la emergencia del Centro Médico Dominicano, donde está su pediatra, y estaba cerrada, por dificultades en el “sistema”, según explicó un personal de seguridad.
Su padre, el fotorreportero Raúl Asencio, cuenta que se dirigió a la Clínica Corominas Pepín y no lo atendieron por falta de pediatras en emergencia. “Ahí nos dijeron que no tenían médico pediatra y que teníamos que retirarnos del centro (su esposa y él) y ahí fuimos a la Plaza de la Salud y nos atendieron.
Caso en el Incart
Un paciente con cáncer de pulmón, de Baní, tenía una indicación de ingreso para el lunes para transfundirse tres unidades de sangre, por el estado delicado que presenta. Los donantes llegaron temprano y todo estaba listo, pero no había cama disponible por la cantidad de pacientes que había. El paciente, que además tiene diabetes e hipertensión, se mantuvo sentado en una silla de ruedas, propia, desde la mañana hasta pasadas las 5:00 de la tarde cuando se desocupó una camilla.
“Despacharon a los que habían atendido y se desocupó una camilla, ahí lo atendieron y a la 1:00 de la madrugada le pusieron la primera pinta y a media mañana le pusieron la segunda. “Aquí hay buenas atenciones, todo está limpio, pero hay demasiados enfermos, se requiere de más camas”, dijo uno de los hijos del paciente.
El señor de unos 76 años tiene seguro Senasa Contributivo, pero prefiere ese hospital especializado en oncología que acudir a un centro privado.
Alto Costo
En torno a las denuncias de dificultades de acceso a medicamentos a través del Programa de Alto Costo que hacen pacientes afectados, Pérez dijo que ese programa se va fortaleciendo y que este año será traspasado al Viceministerio de Salud Colectiva.
Recordó que el proceso de compras de los medicamentos está asociado a Promese, donde señaló que hay abastecimiento de medicamentos, por lo que se trabajará en mejorar los procesos, que se han mantenido sin someterse a mejoras durante muchos años.
Salud Pública indagará
Consultado en torno a las diferentes quejas externadas por pacientes y familiares tanto a través de diversos medios y redes sociales como en entrevistas con redactores de Listín Diario, el viceministro de Salud Colectiva del Ministerio de Salud Pública, Eladio Pérez, aseguró que se investigarán las denuncias.
Recordó que el Ministerio de Salud Pública es rector del sistema de salud dominicano por lo que se harán descensos en centros donde se hacen las denuncias de cobros irregulares o debilidades en la calidad de la atención para indagar al respecto.
El funcionario señaló que las esperas en las emergencias se registran en ocasiones por la sobredemanda. Citó, asimismo, las condiciones de deterioro que presentan algunos centros asistenciales de salud debido al estado de abandono a que fueron sometidos durante muchos años.
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