La mañana de este miércoles las autoridades de Bávaro confirmaron la muerte de una joven de 20 años de edad, quien falleció a causa de más de 30 estocadas recibidas en su residencia.
Carolina Ureña Polanco, de 20 años de edad, era una joven que tenía varios meses que había llegado a trabajar desde la Laguna de Nisibón, movida por la reapertura de hoteles en la zona de Bávaro, pero ayer fue atacada de manera despiadada y encontrada muerta con 31 estocadas en distintas partes de su anatomía en su habitación de un residencial de la zona turística.
Fue asesinada en la habitación nupcial del apartamento, ubicado en el tercer nivel del residencial White Sands en Bávaro, provincia La Altagracia.
En la escena del crimen, las autoridades que levantaron el cuerpo, encontraron dos cuchillos, par de media ensangrentada y al lado del cuerpo su cédula de identidad y electoral.
Quien la atacó, al parecer aseguraba su muerte y era conocido por la víctima, aseguran los investigadores que manejan el caso.
En la escena, los investigadores pudieron notar pisadas de zapatos, que iban marcando las huellas ensangrentadas hasta la puerta del apartamento.
Al parecer, ella llegó a defenderse de sus atacantes, que utilizaron dos cuchillos de cocina.
Carolina Polanco era oriunda de Nisibón, Higüey, pero estaba residiendo en esa zona turística.
Los vecinos la valoraron como una joven amistosa, servicial, cargada de sueños para ayudar a una hija, que queda en la orfandad.
Las autoridades también barajan la hipótesis de que el hecho tiene contenido pasional, por lo que está detenido para investigación su pareja sentimental, que de momento no fue identificado.
El cuerpo de la joven fue envuelto en Sabana y llevado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), en San Pedro de Macoris, para fines de autopsia.
Las autoridades policiales no tienen en su archivo un caso tan espeluznante como el que terminó con la vida de Carolina Ureña Polanco.
Será sepultadas este jueves a la 5:00 de la tarde en el Cementerio Municipal de la laguna de Nisibón, donde sus residentes están consternado por el atroz crimen.
Por: Manuel A. Vega
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