Por: Leandro Ortiz de la Rosa
En medio de una pandemia que sacude al mundo y que gravita sobre la República Dominicana a partir de 2021, nuestro gobierno tiene una gran disyuntiva en dar respuestas a problemas ancestrales que se presentan y es la su capacidad para producir bienes y servicios. La diferencia en el nivel de vida, la brecha entre ricos y pobres que existe entre los dominicanos cada día es más asombrosa.
En 2020, por ejemplo, el dominicano promedio ha tenido un
ingreso anual de RD$137,196.00, pesos dominicano, o sea menos de $3 mil dólares
al año, en cambio el ingreso promedio de un estadounidense es de $48, mil
dólar, es decir, que teniendo un consumo de $14,000, pesos consumen RD$3,387
más para un hogar donde hay cerca de 3.2 miembros. Esto por encima de sus
ingresos promedio, los cuales son de RD$11,433, de acuerdo a datos presentados
por el Banco Central de la República Dominicana.
Como es de esperar, esta variación tan grande en el ingreso
promedio se refleja en diferentes indicadores de la calidad de vida. Los
dominicanos con mayor ingreso tienen más televisores, más automóviles, mejor
alimentación, mejor sistema de salud y mayor esperanza de vida que los
ciudadanos de más bajos ingresos.
Si bien es cierto que los cambios en el nivel de vida son
importantes, dependerá de una buena política económica que tenga a bien
implementar el gobierno de turno a través del tiempo. En nuestro país, el
ingreso va tomando un descrecimiento inusitado, entre ellos la poca producción,
agotamiento de los productos que producimos, la reducción de los pilares de la
economía: turismo, zona franca minería y algo que va a impactar el aumento del
desempleo debido a la cancelación masiva de empleados de las instituciones
públicas que a pesar de ser servidores de carreras, por el solo hecho de no pertenecer
al Gobierno de turno, ya empiezan sus cancelaciones violando así convenios y
tratados de la Organización Internacional del Trabajo.
No sería tan nocivo a la economía si el gobierno garantiza el
empleo del servidor público conforme a la ley No.41-08 sobre función pública e
incentiva el crédito blando a las
empresas, el aumento de la construcción, incremento a la producción agrícola de
producto de ciclo corto, la creación de manos de obras técnicas en contraste de
lo que se está realizando en estos momentos.
Que ocurrirá en un corto tiempo y ¿Cómo se explican estas
grandes diferencias entre los niveles de vida de los dominicanos antes de la
pandemia y luego de ésta y con la instauración de un nuevo cambio en el tren
gubernamental? La respuesta es sorprendente y simple. Casi todas las
variaciones de los niveles de vida pueden atribuirse a las diferencias
existentes entre los niveles de productividad del país y los factores
esgrimidos anteriormente, lo que evidentemente, traerá una crisis de impredecibles
consecuencias.
La reducción de la cantidad de bienes y servicios producidos,
al no existir una voluntad política del actual gobierno ni la implementación de
alguna medida que permita que la economía pudiera ir al ritmo que amerita, es
de esperarse una hecatombe social. En los países donde los trabajadores son
capaces de producir una gran cantidad de bienes y servicios por unidad de
tiempo, la mayoría de las personas disfrutan de un alto nivel de vida.
En cambio, por lo que vemos a futuro inmediato, se evidencia
que en nuestro país los trabajadores son menos productivos, la mayoría de la
población con empleo y desempleo lleva una existencia más precaria, debido a la
reducción de la tasa de crecimiento de la productividad, que es lo que
determina la tasa de crecimiento del ingreso promedio y que en la realidad es
diametralmente opuesto y la inflación ocasionada por los continuos préstamos de
un gobierno recién instalado.
La relación fundamental entre productividad y nivel de vida
es simple; pero, sus repercusiones son de gran trascendencia. Si la
productividad es el principal determinante del nivel de vida, otras
explicaciones deben tener importancia secundaria. Por ejemplo, resulta tentador
atribuir a los sindicatos o a las leyes sobre el salario mínimo el incremento
que ha experimentado el nivel de vida del trabajador dominicano en los últimos
diez años; sin lugar a dudas todo obedece a que hubo aumento de la
productividad, el empleo, la producción y la dinamización de la economía a tal
punto que he escuchado decir a figuras del actual partido en el Poder que no
quieren empleo.
Sin embargo, el
verdadero héroe es una sinergias entre los empresarios, los productores,
gobierno y la garantía de mercados en la
producción que se ha venido observando en
los últimos tiempos a tal punto que no se observó a ningún sector hacer
huelga para que el gobierno le pague, y todos experimentaron un notable
crecimiento económico y esto hizo que el índice de desempleo disminuyera
grandemente, todo debido al incremento de su productividad y la dinamización de
la economía.
Otro factor por ejemplo: algunos observadores, han afirmado
que las relaciones comerciales del país con varios socios comerciales el
Gigante Asiático y Estados Unidos. En contraste a todo esto, sin embargo, a
partir del próximo año se avecina una hecatombe social, el verdadero culpable
no es la competencia externa, muy por el contrario ello contribuye
positivamente, pero el crecimiento cada vez menor de la productividad, la
pandemia y el desempleo en la República Dominicana podría ocasionar otras
pobladas como la ocurrida en tiempos atrás, tal como han sucedió en los
gobiernos de las gentes de otros partidos y que una mayoría hoy también dirigen
el país.
La relación entre la productividad y el nivel de vida, tiene
también profundas implicaciones en la política pública. Cuando pensamos en cómo
una medida afectará los niveles de vida, la pregunta clave es cómo afectará
esta medida nuestra capacidad para producir bienes y servicios. Para mejorar
los niveles de vida, los diseñadores de políticas deben incrementar la
productividad, asegurando que los trabajadores tengan un buen nivel de
estudios, dispongan de las herramientas necesarias para producir los bienes y
servicios y puedan acceder a la mejor tecnología existente.
Este gobierno ha iniciado realizando muchos préstamos con
apenas tres meses de su llegada. Cuando el gobierno toma muchos préstamos, los
precios se incrementan, vienen las famosas reformas fiscales, se desvalúa la
moneda y los sueldos se disminuyen con el poder adquisitivo. Este fenómeno es
uno de los ejemplos históricos más relevantes de inflación, que es un
incremento del nivel general de los precios en la economía.
Nuestro país tiende a tener una inflación tan grande como la
que se vivió en 1894, cuando la poblada La inflación ha sido un problema en
algunas épocas. Es la que en la década de 1970, el entonces presidente de
Estados Unidos, Gerald Ford, denominó a la inflación “el enemigo público número
uno de la economía de los pueblos”.
¿Qué provoca la inflación? En la mayoría de los casos que la
inflación es alta y se mantiene así por un tiempo, el culpable es un incremento
de la cantidad de dinero en circulación. En Estados Unidos, aun cuando la
historia económica de ese país es menos dramática, la conclusión es la misma:
la alta tasa de inflación experimentada en la década de 1970 se relacionó con
un rápido incremento de la cantidad de dinero en circulación y, del mismo modo,
la baja inflación en años recientes está asociada con un lento crecimiento de
la cantidad de dinero.
Nuestro país enfrenta a corto plazo, una disyuntiva entre
inflación y desempleo, aun cuando a largo plazo el principal efecto de un
incremento de la cantidad de dinero es un nivel de precios más alto, a corto
plazo su efecto es más complejo y controvertido. La mayoría de los economistas
describen los efectos a corto plazo de un incremento de dinero de la siguiente
manera:
• En la economía, un
incremento de la cantidad de dinero estimula el nivel total de gasto y por
ende, la demanda de bienes y servicios.
• Con el tiempo, un incremento de la demanda puede ocasionar
que las empresas incrementen sus precios, pero antes de que esto suceda, este
incremento de la demanda estimula a las empresas para que produzcan más bienes
y servicios y contraten más trabajadores.
• Un incremento del número de trabajadores contratados reduce
el desempleo. Este tipo de razonamiento lleva a la economía, a corto plazo, a
enfrentar una disyuntiva entre inflación y desempleo.
Esto significa que en
la República Dominicana en un periodo de uno o dos años, varias de las
políticas económicas influyen en la inflación y el desempleo en sentidos
contrarios. Los cambios en la demanda, a su vez, influyen en la combinación de
inflación y desempleo que la economía experimenta a corto plazo. Debido a que
estos instrumentos de política económica son muy poderosos en potencia, la
manera en que los diseñadores de políticas económicas deben usarlos para
controlar la economía, si acaso, es tema de incontables debates.
Los problemas del sistema financiero, ocasionados por malas
políticas de nuestro gobierno da un aviso de que nuestra economía a partir de
los próximos meses no irá por buen camino, se propagaron el hecho de que el
ingreso disminuyera y el desempleo aumentara de manera exorbitante. Frente a la
incapacidad de los diseñadores de políticas económicas del actual gobierno y la
poca demanda de bienes y servicios, unido a la falta de estímulos
Al mismo tiempo, el
incremento de la corrupción y la falta de respuestas de los tribunales permiten
que el objetivo que demanda la sociedad sobre el castigo a la corrupción, un
nuevo rumbo de la economía por senderos de atraso en el desarrollo vendrá donde
ya algunos expresan su temor de que estas políticas pudieran provocar, con el
tiempo, un nivel excesivo de inflación y una hecatombe social.
El autor es Abogado y Periodista
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