Por: Rubén Moreta
Si hay en San Juan de la Maguana un comunicador social correcto, decente y simpático es Ángel del Carmen de los Santos. Su bonhomía la esparce sin diques cada día.
El joven Ángel del Carmen estudia simultáneamente dos carreras universitarias, es corresponsal del noticiero Telenoticias y es un padre de familia ejemplar. No es una persona que vive del ruido y la estridencia. Le conozco muy bien y he sido testigo de su crecimiento profesional. Me molestó el incidente en que se vio envuelto este jueves 30 de abril, pasadas las dos de la tarde, con una patrulla de la Tercera Brigada de Infantería del Ejército Nacional en esta ciudad sureña.
El corresponsal periodístico estaba editando un reportaje en su residencia ubicada en la comunidad de Perpetuo Socorro, situada en el kilómetro tres de la carretera hacia Las Matas de Farfán. Vestido con una franela color blanca, sin mangas, y calzando unas chancletas de su madre, salió a la parte frontal de su casa hacia su carro a buscar un micrófono para ponerle voz a la noticia que editaba, cuando en ese preciso momento pasó una patrulla de la guardia, en el vehículo ficha SO-2736. Los soldados le preguntaron que donde estaba su mascarilla y él le respondió que la tenía dentro del vehículo. Además, le mostró la vivienda donde residía. Los militares, con aire prepotente, lo apresaron, lo montaron en la parte trasera de una camioneta y comenzaron a pasearlo varias veces por el barrio Perpetuo Socorro. Antes le dijeron, que eso era “para que no hablara disparates en la televisión”. Alrededor de una hora y media después de la degradante ronda lo dejaron en libertad.
Esos guardias, al parecer, solo querían exhibir su poder y degradar y humillar al joven comunicador social Ángel del Carmen, al parecer inconformes por el trabajo que desarrolla este informador.
Esa acción de esos militares trogloditas constituye un martillazo a la dignidad, un irrespeto a la libertad de expresión y un porrazo a los derechos humanos.
Esos miembros del Ejército Nacional, olímpicamente abusadores, están viviendo todavía en las cavernas.
Deploro y condeno esa acción acaecida este jueves y reclamo una investigación y castigo por parte de la Jefatura de ese cuerpo militar a los infractores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario