Un trayecto del que ha declaradofue inspirado por uno de los pioneros del género del amargue. “Luis Segura era mi camino a seguir. Era más constante en los barrios, en los bares”, comenta. Esto sin desmeritar, sino todo lo contrario, a José Manuel Calderón, a quien muchos, Reyes incluido, es el padre de la bachata, y considera que las letras de este son “un poquito más elevadas”.
Distinguido entre los bachateros de su generación por estar, en cuanto a letra e interpretación, cercano a la balada más que al amargue, algo que le reconoció Anthony Ríos en uno de los tantos momentos que se encontraron. “Lo que tú cantas es balada. Sácale la guitarra y el bongó para que veas lo que estás cantando”, recordó que le dijo Ríos, un piropo que aceptó halagado.
Entrevistado por este diario durante la grabación del video clip de “Decidí” (autoría de Daniel Monción) con la dirección de Alberto Zayas, Reyes explicó que en este álbum regresa a la esencia musical de lo que hacía la segunda mitad de la década 90, años en los que forjó su estilo y dio forma a su figura de cara al público. Una etapa en la que sonó con temas como “Vine a decirte adiós”, “Ajena”, “¿Quién eres tú?” o “Nada de nada”, entre otros.
Orgulloso de ser exponente de un género que ha mutado y ampliado su abanico de audiencia, llegando incluso a ser reconocido como Patrimonio Intangible de la Humanidad, el cantante entiende que tiene mucho futuro pero igualmente llama a cuidarla. “Que sigamos haciendo letras constructivas, con mensajes positivos”, solicita y comenta que pueden venir muchos géneros, pero al final la bachata siempre va a mantener su público.
Francisco López Reyes, nombre real del intérprete, fue uno de los que rompió la idea del bachatero que tenía mal gusto en el vestir, al tiempo que cantaba letras más cercanas a la balada romántica que al amargue. “Me catalogaron como el que acostumbró a vestir la bachata”, expresa y que siempre ha tratado de respetar al público.
Esa manera de manejarse combina con el sobrenombre que ha llevado desde 1992: “El príncipe”. Un calificativo que lo enfrentó en hace unas semanas con su colega Prince Royce, a quien ahora están presentando como “El príncipe de la bachata”, algo que no ha gustado a Reyes. “Algunas personas ignoran que una marca cuesta. Un nombre lleva tiempo, sacrificio y dinero”, sostiene, y que lo único que reclama es que no llamen así al intérprete de “Corazón sin cara”.
PALABRAS
Alberto Zayas. “Trabajar con Frank siempre ha sido muy bueno, es de los artistas que están muy claros en lo que quieren, lo que lo hace muy disciplinado y exigente a la vez”.
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