El dolor emocional duele de verdad, el mismo sector del cerebro que procesa el dolor físico es el que se encarga del emocional. El síndrome del corazón roto, dolores emocionales crónicos ocasionados por la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa, un desastre financiero pueden ocasionar cardiopatías, afectar el estómago y otras áreas vulnerables del organismo inclusive ser letales en situaciones extremas, y pueden dejar huellas físicas indelebles.
La forma en que percibes el dolor puede ayudarte a transformar tu vida. El dolor es tu gran amigo, inclusive un infalible maestro. El dolor te indica tus límites.
Cuando es en tu cuerpo, te avisa cuándo parar. Si estás entrenando, debes hacerlo a tolerancia, nunca sobrepasar la barrera del dolor afirma la Fisioterapeuta Pía Henríquez: “si insistes puedes crear daños”.
La raíz del dolor emocional está en el profundo abismo que hay entre tus expectativas de las circunstancias y la realidad. Aceptación no es resignación. Se trata de romper paradigmas y crear el cambio.
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