El Partido Demócrata tiene un problema muy serio, sus principales aspirantes presidenciales, los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren, tienen propuestas políticas asustantes para la élite económica.
El principal aspirante centrista, el ex vicepresidente Joe Biden, se desinfla solo.
A Sanders lo emboscaron las mujeres, Warren lo acusó de haberle dicho que una mujer no puede ganarle al presidente Donald Trump. Después Hillary Clinton salió de la ultratumba política lanzándole un ataque frontal.
Los seguidores de Sanders y Warren difícilmente harán campaña por Biden, cuyos seguidores tampoco lo harán por los senadores.
El “impeachment” del presidente Trump es una distracción esperando abrir fisuras dentro del cohesionado partido republicano.
La otra esperanza sería que prenda la candidatura del exalcalde neoyorquino Mike Bloomberg para unificar el partido.
Todo esto ocurre contra el reloj, las primarias demócratas inician el próximo lunes 3 de febrero en Iowa.
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