Amigo lector.

Nos aproximamos al 16 de agosto fecha propicia para regenerar la manera de pensar, actuar y ejecutar los proyectos los distintos alcaldes a nivel nacional. Los concejales (regidores) deben y tienen que saber que el pueblo lo eligió para que ellos sean los garantes de que se ejecuten los proyectos en beneficio de los ciudadanos. Y sean los fiscales de los alcaldes para que se manejen los recursos con pulcritud.

Aquí le haré una historia de una ciudad que como es de saber en los años 90 era un caos y la inseguridad se adueñó de ella. Dicha ciudad es Medellín (Colombia).

Lina una joven estudiante ya puedes saborear un zumo o un helado en cualquier parte de la ciudad.

Ismael ya puedes ir tranquilo en bicicleta a la Universidad. Y los estudiantes de arquitectura ya pueden organizar un picnic y darse un paseo por el jardín botánico. Los planes cotidianos así se solían  frustrar en el Medellín de los noventa por la violencia que azotaba la ciudad, capital del departamento de Antioquia y segunda en importancia de Colombia. Tenía una de las tasas mas alta de criminalidad más alta del mundo y cundía el miedo a los robos, los asesinatos y los atracos.

 Las balas y las bombas de pablo Escobar y de su rivales para hacerse con el control de las drogas y del narcotráficos. Pero hoy los ciudadanos han recuperado el espacio público gracias a una profunda reforma municipal que logró reducir la pobreza y la delincuencia con urbanismo, la arquitectura y el emprendimiento. Así pasó de ser un punto negro en el mapa a ejemplo mundial. 

Hace poco que quien le escribe le propuso a la señora alcaldesa del municipio de San Juan de la Maguana ejecutar un proyecto en el cual vincule a los jóvenes universitarios de la faculta de arquitectura. Le propusimos reformar la Policía municipal para así brindar un mejor servicio a la seguridad ciudadana.

Hermanos del municipio de  San Juan  en ustedes reposa la responsabilidad de que se ejecuten proyectos en beneficio de la colectividad y que los presupuestos se emplean en cosas fructíferas para así poder lucir una verdadera ciudad y tratar de no convertirnos en un Medellín de los años 90.

Becker E Márquez Bautista.