El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), elabora cada año un indicador de calidad de vida conocido con el nombre de “Índice de Desarrollo Humano (IDH)”, el cual se calcula a partir de una investigación realizada en 1990 por el economista pakistaní Mahbub ul Haq. Los indicadores utilizados para medir el IDH están relacionados con la salud (esperanza de vida al nacer); educación (taza de alfabetización de adultos y tasa combinada de matriculación en educación primaria, secundaria y superior); la riqueza (medida a través del Producto Interno Bruto por habitantes en dólares americanos). Otro indicador que se ha incluido a partir del 2010, es el Índice de Pobreza Multidimensional.
A partir de estas variables, el PNUD ha definido el Desarrollo Humano como el proceso a través del cual “una sociedad mejora las condiciones de vida de sus ciudadanos a través de un incremento de los bienes con los que puede cubrir sus necesidades básicas y complementarias, y de la creación de un entorno en el que se respeten los derechos humanos de todos ellos”.
En 1990 el PNUD publicó el primer IDH, teniendo como eje central el criterio de la paridad entre la riqueza de las economías y la riqueza de las vidas humanas. El IDH de 2015, vincula directamente el trabajo con la riqueza de las vidas humanas. El trabajo constituye un aspecto fundamental de este proceso: proporciona ingresos, reduce la pobreza, permite un crecimiento equilibrado, permite a los ciudadanos integrarse plenamente a la sociedad, fomenta la cohesión social, consolida los vínculos de la familia y las comunidades y da un sentido de dignidad y valía personal.
De ahí la importancia que ha dado el gobierno del presidente Danilo Medina, a la construcción de proyectos que de manera directa van a mejorar el IDH de varias comunidades pobres de la provincia San Juan.
En el municipio de Vallejuelo, que según el mapa de pobreza de 2014 elaborado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, se sitúa en el lugar número 19 con un 76% de hogares pobres, el Gobierno está construyendo la presa Las dos Bocas, para suministrar un volumen de 1 millón 100 mil metros cúbicos de agua, mediante riego presurizado a más de 32 mil tareas de tierras, beneficiando a más de mil productores y productoras de este municipio, lo que tendrá un impacto sin precedentes en la generación de empleos y reducción de pobreza.
Asimismo, fue inaugurada la presa de Palma Sola, la cual irrigará más de 38 mil tareas para la producción de alimentos, beneficiando a más de 5 mil habitantes agrupados en 870 productores.
Esta presa se complementará con la construcción del proyecto presa Río Yacahueque (identificada previamente como presa Los Limones).
Los Limones será una presa de hormigón rodillada o de tierra, con altura de 34.5 metros y 322 m de largo, con capacidad de embalse de 3.3 millones de metros cúbicos. Su operación permitirá utilizar continuamente un caudal de 2 m3/seg durante 8 meses y un caudal de 1 m3/seg durante los restantes 4 meses secos del año, logrando aprovechar todo el año el sistema de riego de la zona Carrera de Yegua- Palma Sola, ya que esta presa servirá de regulación de la presa Palma Sola, de reciente construcción, así como de alimentación del canal.
Los caudales de esta presa serán utilizados para la generación de energía, así como incorporar unas 30 mil tareas de tierra a la producción agropecuaria.
En adición, suministrará agua al acueducto de Carrera de Yegua. Como proyecto de aprovechamiento múltiple, genera varios beneficios sectoriales, que contribuyen al desarrollo del país y a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona de influencia. Entre los más destacables están los siguientes: la mano de obra se multiplicará por cinco, mejorando la calidad de vida al aumentar los ingresos de los habitantes de esta zona; mayor disponibilidad de alimentos; mejora en los niveles de nutrición de la población; mayor disponibilidad de energía eléctrica y agua potable; mejora en la salud de los pobladores al disponer de agua potable; disminución en los niveles de pobreza de la zona, entre otros.
Los caudales de esta presa serán utilizados para la generación de energía, así como incorporar unas 30 mil tareas de tierra a la producción agropecuaria.
En adición, suministrará agua al acueducto de Carrera de Yegua. Como proyecto de aprovechamiento múltiple, genera varios beneficios sectoriales, que contribuyen al desarrollo del país y a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona de influencia. Entre los más destacables están los siguientes: la mano de obra se multiplicará por cinco, mejorando la calidad de vida al aumentar los ingresos de los habitantes de esta zona; mayor disponibilidad de alimentos; mejora en los niveles de nutrición de la población; mayor disponibilidad de energía eléctrica y agua potable; mejora en la salud de los pobladores al disponer de agua potable; disminución en los niveles de pobreza de la zona, entre otros.
El sistema de irrigación de esta obra, contribuirá a un incremento de la productividad estimada por la FAO en un factor de 2 a 2.5 veces. El proyecto identifica un aumento de la oferta de productos agropecuarios y una posibilidad de producción a gran escala de frutales, como chinola y mango, con mercado local y de exportación asegurados.
En adición al beneficio de disponibilidad de agua todo el año, lo cual aumentará la producción de carne y leche, y disminuirá la alta tasa de mortalidad del ganado en período de sequía, el lago de la presa será utilizado para la producción de peces, tal como ocurre en otras presas en el país, lo cual genera empleos y aumenta la oferta de proteína animal en las comunidades.
El plan de operación de la presa, en las condiciones normales previstas, permitirá la producción de energía hidroeléctrica. Para esas condiciones se estima la producción de 4 millones kw-hr/año, la cual podrá ser mayor con las lluvias en períodos de tormentas y ciclones. Esta energía es suficiente para cubrir la demanda de todas las comunidades ubicadas en el área de influencia del proyecto.
El plan de operación de la presa, en las condiciones normales previstas, permitirá la producción de energía hidroeléctrica. Para esas condiciones se estima la producción de 4 millones kw-hr/año, la cual podrá ser mayor con las lluvias en períodos de tormentas y ciclones. Esta energía es suficiente para cubrir la demanda de todas las comunidades ubicadas en el área de influencia del proyecto.
El costo estimado de construcción de la presa es de US$25 millones de dólares incluyendo las obras conexas y de generación. Los ingresos actuales en la zona beneficiada por la obra se multiplicarán por 4.4. Los beneficios anuales de hacer el proyecto serán de US$8.5 millones. La tasa interna de retorno estimada es de un 16%, lo que permite proyectar un retorno de la inversión total del proyecto en menos de 10 años.
Los beneficios esperados de la construcción de la presa de Los Limones, son suficientes para justificar la inversión.
Estos proyectos que ejecuta el Gobierno dominicano en la provincia San Juan, se enmarcan dentro de las políticas públicas diseñadas en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, y procuran aumentar la generación de energía, garantizar la producción de alimentos, generar empleos, reducir la pobreza, y mejorar el índice de desarrollo humano.
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