El autor es Periodista y Abogado
Leandro Ortiz de la Rosa
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El 23 de septiembre del año 1944, La República Dominicana vio nacer al niño Orlando Martínez Howley, quien años más tarde se convertiría en uno de los periodistas más emblemáticos de la prensa dominicana, crítico del “gobierno de los doce años de Joaquín Balaguer” (1966-1978). Con apenas 31 años cuando fue asesinado a tiros por militares y civiles el 17 de marzo del 1975 en Santo Domingo en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Marzo, marzo cruel para el periodismo dominicano, marca un antes muy un después, para esa labor tan noble, como es la de hablar, imprimir y revelar en nombre de aquellos que no tienen voces, quien en medio de un régimen totalitario y dictatorial de doce largos años dirigida por el gobierno de entonces JOAQUIN Balaguer Ricardo no cejo para decir lo que entendía debía decir.
Todo este macabro, vil y espelungnante crimen contra el periodismo dominicano, se produce a propósito de un artículo de prensa donde se pone de manifiesto un ejercicio periodístico de vocación, paradigmático que hoy resulta escaso, pero que por su trascendencia me permito transcribir:
Hoy se encuentran en el otrasismo de la historia sus autores materiales dirigidos por los militares: Mariano Durán Cabrera; Rafael Alfredo Lluberes Ricart (Lluberito), el entonces mayor del Ejército Nacional, Joaquín Antonio Pou Castro; Luis Emilio de la Rosa Beras, José Isidoro Martínez González y Salvador Lluberes Montás (Chinino). quien fue excluido luego del expediente “por razones de salud”.
¿Por qué no, doctor Balaguer?
Señor Presidente de la República, ya que usted impide que un artista del prestigio y la calidad moral de Silvano Lora viva en su Patria, ya que dejar en el extranjero a dominicanos le produce placer o ganancias politiqueras, me voy a permitir hacerles algunas recomendaciones.
os que reciben comisiones para negociar contratos que entregan nuestras riquezas a las compañías multinacionales? ¿Porqué no instala en un barco a los latifundistas, a los que están negados a que este país salga del subdesarrollo y de la situación de miseria colectiva que lo acompaña?
Espero que sobre todo medite la última. Como Usted ha dicho que en este gobierno, y parece ser cierto, la corrupción sólo se detiene en la puerta de su oficina, ¿Porqué no saca de la República Dominicana a todos esos corruptos? Como aquí existe una galopante inflación de delincuentes sin uniformar y, según usted, también uniformados, ¿porqué no les ordena a los calieses del régimen que los apresen y los metan en un avión? ¿Por qué no les dice a los genízaros que prestan servicio en el aeropuerto que apresen no a los que traen cigarrillos de marihuana, sino a los pejes gordos del tráfico de drogas?
¿Porqué no entra en ese mismo barco a quienes en la ciudad son el soporte ideológico de esos terratenientes?
Y también a quienes son el sostén armado, los que dan palos, apresan y torturan campesinos que luchan por sus derechos. Como Usted es enllave de los norteamericanos, ¿porqué no le solicita un portaaviones para enviar al lugar que fuese a los numerosos calieses que viven del trabajo del pueblo?
Hoy a 41 años de su asesinato, el país ha recorrido varios camino que contrastan con este ejercicio de un periodismo modelo, ninguno de los tres partidos que han gobernados se ha preocupado por condenar ni siquiera en actos publico de decirle al país cuales fueron los autores intelectuales del asesinato de Orlando Martinez.
En caso de que su amistad con los Estados Unidos sea más estrecha de lo que sospechamos, ¿Porqué no le pide al Pentágono un cohete último modelo con el objetivo científico de crear una colonia de calieses en la luna? ¿Porqué no desaparece de la vista de los dominicanos honrados, que son la mayoría, a todos los vagos que en este gobierno cobran sin trabajar?
¿Porqué, tómelo en cuenta, no deposita en un cómodo asiento de primera a los funcionarios irresponsables que se las dan de Fouché contemporáneos y a la hora de la responsabilidad no dan la cara?
Y mi recomendación final: Si es inevitable que esta situación continúe, si es imposible evitar actos indignantes y miserables como el que presencié el domingo en el aeropuerto, ¿por qué, doctor Balaguer, no se decide Usted a subirse en el avión o el barco y desaparece definitivamente de este país junto a todos los anteriormente mencionados?
Hoy a 41 años de su asesinato, el país ha recorrido varios caminos que contrastan con este ejercicio, de un periodismo modelo que mencionaremos continuación:
Ese propio Joaquín Balaguer Ricardo no obstante su gobierno haber estar marcado con sangre un capitulo negro en el respeto al ejercicio periodístico, fue declarado padre de la democracia por el congreso de la republica dominicana.
Hoy a 41 años de su asesinato, el país ha recorrido varios camino que contrastan con este ejercicio de un periodismo modelo, no tenemos en la Republica Dominicana, la creación de la escuela de formación continua del comunicador social.
Hoy a 41 años de su asesinato, el país ha recorrido varios camino que contrastan con este ejercicio de un periodismo modelo, se han preocupado por hacer un juicio pos morti a ese Joaquín Balaguer Ricardo, el autor de la obra Memoria de un Cortesano quien dejo una pagina en blanco para que alguien diga después de su muerte el verdadero Autor y responsable de la muerte de Orlando Martínez.
Hoy a 41 años de su asesinato, el país ha recorrido varios camino que contrastan con este ejercicio de un periodismo modelo, tenemos un ejercicio periodístico que emulan a nuestros verdugos de la prensa.
Hoy a 41 años de su asesinato, el país ha recorrido varios caminos que contrastan con este ejercicio de un periodismo modelo, ya que los gremios de la comunicación a pesar de los ingentes esfuerzos no logran elevar la calidad de los periodistas de la Republica Dominicana.
Hoy a 41 años de su asesinato, el país ha recorrido varios camino que contrastan con este ejercicio de un periodismo modelo, no tenemos una ley que eleve a calidad de empleado de carrera a los comunicadores para garantizar estabilidad de empleo en las instituciones.
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