La digitalización y la ciencia de datos complementan sectores como la medicina donde el profesional aun no puede sustituirse
- Por Russ Juskalian
Foto: Ranier Birkenbach, el vicepresidente ejecutivo de Brainlab, demuestra el sistema Curve de cirugía dirigida por imágenes en un modelo de cerebro.
El nacimiento de la radiología data del 22 de diciembre de 1895,
cuando el físico alemán Wilhelm Röntgen disparó radiación
electromagnética a través de la mano izquierda de su mujer para producir
la primera radiografía humana del mundo, una imagen en blanco y negro
de una mano esquelética con una alianza.
En años recientes, la transición desde las imágenes analógicas a las
digitales y los avances en las herramientas médicas informatizadas han
permitido a los radiólogos a acceder a los resultados de pruebas de
imagen desde un smartphone o una tableta para analizarlos de inmediato. Ahora, nuevas herramientas – diseñadas para ayudar a los radiólogos a lidiar con una cantidad de datos que crece rápidamente y realizar diagnósticos de forma más rápida y precisa – están cambiando el trabajo de otras maneras no esperadas.
Si preguntas por el trabajo de un radiólogo, la mayoría de las
personas pensaría en un médico sentado a solas en un laboratorio oscuro
analizando radiografías, dice Moritz Wildgruber, un radiólogo e
investigador del Hospital Klinikum Rechts der Isar de Munich (Alemania).
En algún momento la tecnología de imágenes digitales ha parecido
representar una amenaza para la profesión. Algunos temían que con la teleradiología, las radiografías podrían ser enviadas a otro sitio para su análisis.
Al igual que muchos cambios tecnológicos, la realidad ha sido más
moderada. En parte debido a estrictas regulaciones y problemas de responsabilidad legal que limitan dónde y por quién puede ser analizada una imagen, los servicios de radiología no se han externalizado
en masa. Los grupos de radiología con presencia física en un hospital
siguen siendo importantes, aunque la teleradiología se emplea en áreas
remotas y en los cuidados nocturnos de urgencia.
Unas tecnologías que van más allá de la digitalización, sin embargo,
han cobrado una gran importancia para la radiología. Entre ellas se
encuentran la medicina computacional y la ciencia de datos.
Nuevas aplicaciones pueden reconstruir un tumor en 3D y
medir su volumen de forma precisa mientras cambia con el transcurso del
tiempo. "Como radiólogo, ya no puedes limitarte a las imágenes; tienes
que ser capaz de utilizar este software", dice Wildgruber. "Si no, la
carga de trabajo resulta imposible".
Foto: El dispositivo móvil de TAC de Brainlab (mostrado aquí con un paciente modelo en la sala de exposiciones de la empresa) puede emplearse en el quirófano para generar imágenes del paciente en varias fases del procedimiento.
La creciente complejidad del trabajo y el gran volumen de imágenes médicas, que ahora incluyen grabaciones en vídeo y modelos digitales,
han creado nuevos retos, y nuevas oportunidades, para empresas como IBM
y la empresa alemana Brainlab. "El típico radiólogo de urgencias
realizará hará entre 30 y 40 estudios de TAC, con entre 2.000 y 3.000 imágenes médicas por estudio", dice Tanveer Syeda-Mahmood, el director de Ciencia de un proyecto de IBM
que está desarrollando herramientas de radiología y cardiología
automatizadas. "Fácilmente hablamos de 10.000 imágenes diarias". Con
todos estos datos – las imágenes que corresponden a un paciente podrían
ocupar unos 250 gigabytes, según Syeda-Mahmood – un radiólogo corre el
riesgo de obviar el pequeño porcentaje de imágenes que resultan
cruciales para la identificación de patologías.
IBM, que desarrolló la tecnología Watson que triunfó en el concurso televisivo Jeopardy!,
está probando si razonamientos informáticos parecidos, como el
aprendizaje de máquinas y la resolución de problemas modelada en la
cognición humana, podrían corregir estos problemas. Según la empresa,
los trabajos preliminares han demostrado que el sistema puede aprender de forma autónoma el aspecto que tiene una patología – digamos el estrechamiento anormal de una arteria coronaria – y alertar automáticamente al radiólogo sobre las imágenes más importantes para un paciente determinado.
El sistema todavía está aprendiendo, pero Syeda-Mahmood dice que en las pruebas ha logrado una precisión de más del 80% con ciertos trastornos médicos – lo que concuerda con la precisión media de un buen radiólogo.
Se podría acelerar su educación al ponerle a estudiar las 30.000
millones de imágenes procedentes de hospitales, empresas farmacéuticas y
organizaciones de investigaciones clínicas que adquirió la empresa hace
poco con la compra de 1.000 millones de dólares (unos 892 millones de euros) de Merge Healthcare.
Aunque Brainlab, cuyos principales mercados incluyen Norte América,
está trabajando desde un enfoque distinto, también podría alterar
significativamente la radiología al mejorar la utilización de imágenes –
tanto con fines diagnósticos como de intervención – en quirófano.
Un neurocirujano que trabaje en un quirófano equipado con los
sistemas de cirugía dirigida por imágenes y de TAC intraoperativos de
Brainlab – como los del Hospital Klinikum Grosshadern de Munich – podrá visualizar herramientas, anatomía e imágenes radiológicas de
enfermedades superpuestas, en tiempo real sobre el cerebro del
paciente. Al mismo tiempo, el radiólogo puede observar transmisiones en
vivo de la cirugía en persona o en remoto, repasar las imágenes y el
vídeo grabados durante distintas fases del procedimiento, y coordinar el
tratamiento.
Estos avances tecnológicos permiten a los radiólogos y otros médicos a
ejecutar más tipos de tratamientos, incluidas técnicas mínimamente
invasivas como la recanalización de vasos sanguíneos obstruidos y las
terapias dirigidas para tumores realizadas bajo la dirección por
imágenes.
Esta mezcla de portfolios médicos ha empezado a crear conflictos entre especialidades médicas que una vez fueron independientes.
"Si quieres abrir una arteria ocluida con un estent, el cardiólogo se
puede encargar". Pero, cuando llegas al hospital para someterte a este
tratamiento, ¿a quién te diriges? Hoy la respuesta, sorprendentemente,
puede reducirse a qué departamento esté disponible en ese momento.
Fuente: Informe Especial: El futuro del empleo
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