SANTO DOMINGO.- El candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader dijo este jueves que el discurso del presidente Danilo Medina fue una proclama reeleccionista degradante de la investidura presidencial y que le faltó el respeto a la inteligencia del pueblo, al ignorar los grandes problemas que afectan al país.
Añadió que el actual mandatario pretende justificar su intento de reelección, una práctica que el propio mandatario reconoció, en múltiples ocasiones, que constituye uno de los principales factores de degradación de la vida institucional del país.
Abinader consideró lamentable que el Presidente incumpliera su juramento ante la Asamblea Nacional de que respetaría y haría respetar la Constitución, y deshonrara su palabra en el sentido de que la reelección es perversa y dañina para la institucionalidad.
Dijo que el Presidente no explicó que la reforma reeleccionista se basa en pactos que cercenan el sagrado derecho de la militancia y la dirigencia de los partidos.
Texto completo de la exposición a la prensa que ofreciera Luis Abinader.
En su discurso de anoche, que más bien fue una proclama reeleccionista degradante de la investidura presidencial, el presidente Danilo Medina faltó el respeto a la inteligencia del pueblo al ignorar los grandes problemas que preocupan al país y pretender justificar la reelección por la reelección, una práctica que según él mismo ha reconocido ha sido uno de los principales factores de degradación de la vida institucional de la República Dominicana.
Resulta lamentable la explicación que ha ofrecido el Presidente para incumplir a su juramento ante la Asamblea Nacional de que respetaría y haría respetar la Constitución, y deshonrar su palabra cuando en múltiples ocasiones dijo que la reelección es perversa y dañina para la institucionalidad.
La alocución del presidente Medina constituye un pésimo ejemplo para la sociedad dominicana porque muestra a un mandatario que reniega de sus palabras, que se burla de sus declaradas convicciones morales, y que confirma en los hechos que siempre estuvo detrás de un propósito que él mismo se encargó de descalificar de la peor manera, al definirlo como equivalente a tragarse un Tiburón Podrido.
En este proceso de reforma para tratar de imponer la reelección, han resultado seriamente afectados en su imagen y condición de primer poder del Estado, del Congreso Nacional, que ante los ojos de la sociedad se percibe hoy como un mercado.
También ha resultado seriamente lesionado el sistema de partidos políticos, cuya estabilidad y fortaleza resultan indispensables para sustentar una democracia basada en la soberanía popular y no en la capacidad de un gobernante para manipular todos los poderes públicos, como está ocurriendo en la actualidad.
Ese debilitamiento institucional se manifiesta con los daños que produjo el Presidente en su propio partido, al cual ha dividido, y con el daño causado al PRD, partido pionero de la democracia, que hoy queda reducido a su mínima expresión, debido a la sórdida negociación de la reforma reeleccionista.
Cómo puede el presidente hablar de institucionalidad cuando no ha mostrado ningún interés por la Ley Electoral y la de Partidos Políticos?
El Presidente no explicó que la reforma reeleccionista se basa en pactos para cercenar el sagrado derecho de la militancia y la dirigencia de los partidos, y del electorado en general a elegir y ser elegidos a cargos de representación congresual y municipal. Miles de precandidatos en los partidos comprometidos con el Pacto han perdido su tiempo, sus esfuerzos y aspiraciones, porque las candidaturas fueron repartidas por las cúpulas.
Sin duda alguna, la comparecencia del Presidente profundiza el deterioro de la imagen, y el consecuente desencanto de la población con la clase política dominicana. La gente creerá menos en la política mientras los políticos más les mientan.
Al romper su silencio cómplice con todas estas vergonzantes maniobras, el presidente Medina se mostró como el verdadero responsable material e intelectual de la trama reeleccionista, se quitó la máscara y formalizó su ambición continuista.
Tenemos que preguntarnos: ¿cómo puede el Presidente burlarse del país, calificando de “fuerzas vivas” al pequeño grupo de funcionarios que, en procura de su lucro personal, le acompañan en esta aventura política?
Lo que vimos anoche no fue a un jefe de Estado dirigiéndose a sus conciudadanos para tratar temas de interés nacional sino a un candidato presidencial -no elegido- iniciando su campaña en base al uso abusivo de los recursos del Estado, que pagamos con nuestros impuestos todos los dominicanos y dominicanas.
En realidad el Presidente ha puesto al descubierto sus maniobras con el evidente interés de imponerle al país una forma de dictadura de partido único que le permita al grupo gobernante controlar de manera absoluta no sólo el Estado y las instituciones políticas sino también los intereses económicos nacionales.
El Presidente quiso justificar su pretensión continuista ofertándonos un país de maravillas, cuando en los tres años de su gestión lo que ha sucedido es que han empeorado las condiciones de vida de la mayoría del pueblo.
Pide 4 años más sin ser capaz siquiera de mencionar el tema del desborde de la delincuencia y la inseguridad ciudadana, que mantienen en estado de angustia, miedo y desesperación a los dominicanos y dominicanas de todos los estratos sociales y rincones del país.
Pretende 4 años más para que continúe el alto costo de la vida, en especial los precios inalcanzables de la comida y las medicinas.
Insiste en 4 años más para mantener el alto nivel de desempleo.
4 años más de altos impuestos, mientras disminuye la calidad de vida de la población.
4 años más de freno a la actividad productiva y más endeudamiento desenfrenado.
Pide 4 años más argumentando que ha bajado la pobreza, ante lo cual tenemos que preguntarnos: ¿cómo se puede bajar la pobreza con una tasa de desempleo que no baja y un ingreso promedio real que disminuye?
Busca 4 años más pese a no existir ningún indicador de que se está avanzando hacia un sistema educativo de calidad.
Pide 4 años más y no ha sido capaz de cumplir y hacer cumplir las leyes de Salud y de Seguridad Social.
Solicita 4 años más para reelegir la corrupción, la impunidad y la falta de transparencia.
En definitiva, el Presidente pidió 4 años más para el retroceso, 4 años más para reelegir los mismos problemas que ha sido incapaz de resolver.
Es por ello que junto a mis compañeros y compañeras del PRM, de la Convergencia por un Mejor País, y de todas las fuerzas sociales comprometidas con cambio real en la conducción del país, asumimos el compromiso de respeto a la Constitución y las leyes, y de asumir el rol opositor como una categoría de Estado.
Contrario a lo que propone el Presidente, nosotros afirmamos categóricamente que el país no necesita una reelección, sino un Cambio Grande y Verdadero.
Contrario a lo que se cree el presidente, aquí no habrá reelección, sino un cambio verdadero, grande e incluyente.
Muchas gracias!
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