Abel Martínez denuncia un plan “maléfico” de esa nación contra RD
Abel Martínez dijo ayer que el país está siendo víctima de irrespeto y chantaje por parte de Haití, por lo que las autoridades deben tener “mucho ojo” con lo que está ocurriendo en la frontera, ya que el tema se estaría desbordando.En tal sentido, el presidente de la Cámara de Diputados instó al Gobierno haitiano o los sectores que estarían involucrados en ese plan contra el país, que definió de “maléfico”, a que paren el mismo para evitar males mayores.
Martínez planteó que el problema haitiano debe ser enfocado con sinceridad, con responsabilidad y que República Dominicana asuma las consecuencias que haya que asumir para defender su soberanía.
“La República Dominicana no puede seguir soportando tanto chantajes, eso no puede ser, no somos un relajo, somos un país con mucha dignidad y así tenemos que demostrarlo. No podemos seguir permitiendo esa andanada de chantaje”, expuso el congresista durante la sesión.
Para el presidente de la Cámara Baja, lo ocurrido el pasado día 2 de enero, cuando varios civiles secuestraron el personal del Consulado dominicano en el poblado haitiano Anse-à-Pitre, debe ser sancionado, al tiempo que calificó a Haití como un Estado “fallido”, por carecer de las garantías fundamentales.
Martínez también la emprendió contra los organismos internaciones y algunos países que, supuestamente, pretenden construir dos hospitales en la frontera dominicana para ofrecer servicio a indocumentados haitianos, obras que sugirió sean erigidas en territorio de Haití.
“Están esperando que ocurra una desgracia, para que quieran seguir condenando a la República Dominicana por nosotros defender nuestra soberanía, pues vamos a defenderla; y el relajo de organismos internacionales y de países queriendo chantajear a la República Dominicana, que pare ya”, manifestó en tono molesto.
Según el congresista santiaguero, los hospitales nacionales no están alcanzando para ofrecer servicio a las masas pobres dominicanas, debido a que los haitianos indocumentados están abarrotando esos centros asistenciales.
Llamó a sus colegas legisladores a asumir una posición más protagónica sobre el particular y dijo que, de ser necesario, convocaría a una sesión en la zona fronteriza, por considerar que esos maltratos de ciudadanos haitianos contra los dominicanos no pueden continuar.
A las quejas de Abel Martínez también se sumaron varios de sus colegas, quienes consideraron que se hace necesario que el Gobierno tome las iniciativas necesarias, tanto para condenar lo ocurrido, como para evitar hechos similares en un futuro.
Finjus y PRM
Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), consideró que ante lo ocurrido en Anse-à-Pitre, el Estado dominicano debió retirar su misión diplomática.
De su lado, el aspirante a la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, criticó al Gobierno porque no ha definido una política para enfrentar el problema haitiano y le exigió tomar con más seriedad la migración. “Ese es un problema que afecta seriamente a la República Dominicana y hay que tener una política bien definida tanto de Estado a Estado como ante los inmigrantes ilegales”, agregó.
Fadul critica la acción y la califica de irrespeto
El ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, consideró ayer que no se puede permitir que se repitan incidentes como el ocurrido en Anse-à-Pitre. “Somos un Estado y respetamos otros Estados, pero debe haber una política de reciprocidad. Nosotros somos muy tolerantes con los inmigrantes”, expuso el funcionario al ser entrevistado en el Palacio Nacional. Sostuvo que luego de ese incidente, el canciller Andrés Navarro, ha hecho las gestiones de lugar e insistió en que se trata de acciones que no se pueden permitir. “Eso de retención de personas no puede ser y más a funcionarios del Consulado. Asimismo, adelantó que hoy una comisión de Interior y Policía irá a Montellano, Puerto Plata, para hacer un levantamiento sobre la condición migratoria en la que se encuentran unos 1,200 haitianos, a los que la fundación canadiense El Samaritano, supuestamente les construyó alrededor de 250 viviendas. “Lo que hemos dicho y mantenemos es que aquí nadie puede crear infraestructuras ilegales. Si quieren ayudar a los ilegales, que lo hagan para que saquen su documentación que estamos en un buen momento con el plan de regularización, que es obligatorio”.
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