Jesús nos enseñó que la verdadera grandeza se mide por nuestra capacidad de servicio a los demás.
Sucedió en la noche del jueves de aquella primera Semana Santa; la última en la vida terrenal de Jesús.
Después de que el sol se ocultaba se daba inicio a la celebración de la Pascua, la fiesta más importante para todo el pueblo.
Segura Se entregó en la cruz y lo hizo para que todos tuviéramos perdón de pecados; esa fue una entrega consecuente con su vida de servicio. Jesús sufrió una muerte violenta por ser fiel a la verdad predicada y por hacer el bien.
Su vida y sus principios atrajeron la furia de muchos, no soportaron que sanara a un paralítico porque lo había hecho el día equivocado; no admitieron que se acercara a los marginados.
La resurrección de Cristo es perdón para los pecadores, vida para los que aceptaron su obra en la cruz, y gloria por la eternidad con El en los cielos.
No vivo yo, más Cristo vive en mí. Recuerdas si tomas no coja el volante no te convierta en asesino cuida a tu familia y respétale la vida a los demás.
Son mis mas sinceras Reflexiones para esta semana santa
Becker E Márquez Bautista.
lunes, 14 de abril de 2014
Reflexión de Semana Santa
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Por: POR LA REDACCIÓN
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