Sinaloa.- Cientos y cientos de personas llegaban a una conocida casa funeraria de la ciudad de Guamúchil. Iban a despedirse de Anel Báez, la adolescente que fue asesinada de 65 puñaladas en el interior de su domicilio la tarde-noche del pasado miércoles. Amigos, familiares, maestros y compañeros de escuela, nadie podía dar crédito que aquella joven tan bella y llena de sueños estuviera dormida dentro de un féretro.
Entre la multitud que se dio cita llegó una joven con apariencia extraña. Iba acompañada de su mamá. La joven llegó con la cabeza agachada, con su pelo largo y negro cubriéndole gran parte del rostro. Llevaba una blusa manga larga, la cual le cubría casi todas las manos. Al entrar a la capilla esta joven y su mamá se sentaron cerca del ataúd donde reposaban los restos mortales de Anel.
Esa misteriosa jovencita, llamada Erandy Elizabeth, de 16 años de edad, continuaba con la cabeza agachada, de la misma manera en la que entró. Muchos las miraban y decían: “era amiga de Anel”. Lo que la mayoría desconocía era que se trataba de la persona que le había quitado la vida a Anel.
“Tuvo el descaro de asistir al funeral”, expresaron familiares de Anel, quienes en ese momento desconocían que detrás de ese rostro se encontraba la persona que había asesinado a Anel.
Testigos argumentaron que el tiempo que pasó en la capilla mantuvo un rostro perturbado, con la mirada perdida y siempre con la cabeza agachada. Aquellas mangas largas de su blusa cubrían evidencias del crimen contra quien fuera su amiga. En los brazos de Erandy había marcas de forcejeos y cortadas.
La mamá de Erandy se levantó por un momento, se dirigió a donde yacía el féretro. Observó por unos instantes el cuerpo de Anel. Erandy no se levantó para ver por última vez a la que fuera su ‘amiga’.
Momentos después las autoridades investigadoras detuvieron de la manera más sigilosa a Erandy Elizabeth mientras se desarrollaba la misa de cuerpo presente. Habían logrado localizar a la asesina.
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El Procurador General de Justicia del Estado, Marco Antonio Higuera Gómez informaría que en su declaración ministerial la adolescente detenida confesó que los motivos para quitarle la vida a su “amiga” fueron por la supuesta filtración de unas fotografías que se tomaron cuando estaban en secundaria.
El funcionario señaló que la relación entre la víctima y la presunta responsable tenía tiempo que estaba rota, después de haber sido muy amigas. El problema afloró cuando uno de los compañeros de ambas en la prepa hizo el comentario que tenía en su poder algunas fotografías comprometedoras de la joven.
Según consta en redes sociales, Erandy no superó el resentimiento por la forma en que sus fotografías fueron divulgadas y desde hace tiempo su mente comenzó a maquinar la manera de vengarse.
En su cuenta de Twitter el 23 de febrero señala en un comentario, “Pueda que parezca muy calmada, pero en mi cabeza, te he matado al menos tres veces”. En otro de sus tuits publicado el 8 de marzo Erandy Elizabeth hace el comentario: “No digo nada, pero en mi mente ya te mate cruelmente”.
Fue en las mismas redes sociales donde momentos después del crimen expuso su presunta culpabilidad alescribir: “soy una pendeja”, y luego publicar: “dios mío que hice”. De nada sirvió aquel mensaje que en 2012 Anel le compartió vía Facebook donde le manifestaba todo su amor y cariño y agradecía a dios por todos los momentos felices que pasaba con quien consideraba más que una amiga, una hermana.
El rencor pudo más que ese recuerdo y la tarde del miércoles 19 de marzo, sabiendo que su víctima estaría sola en su domicilio, Erandy acudió a visitarla con el propósito de “platicar con ella” llevando en sus manos un par de raspados. La víctima se sorprende por la visita ya que tenía tiempo que no la visitaba.
Aun así Anel abrió la puerta de su casa y la invitó a pasar. Como en los viejos tiempos le dijo que subieran a charlar a su recamara en el segundo piso. Tras conversar un rato con su víctima Erandy le dijo que iría al baño, el cual se encuentra localizado en la planta baja, pero se dirigió a la cocina donde tomó un cuchillo.
Posteriormente Erandy regresó a la habitación con el cuchillo escondido entre sus ropas y aprovechando que Anel estaba acostada viendo la televisión la sorprendió por la espalda y la agredió en más de 60 ocasiones hasta dejarla sin vida, luego pretendió limpiar las manchas de sangre y se retiró del lugar.
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Hoy la familia de la víctima se encuentra indignada y exige justicia a las autoridades ante este brutal asesinato, sobre todo porque consideran que la sentencia que alcanzaría la detenida por este homicidio premeditado es injusta, y es que el procurador estatal mencionó que por ser menor de edad Erandy Elizabeth pudiera alcanzar una pena máxima de 7 años en el Centro de Internamiento para Adolescentes.
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