Un haitiano sigue este miércoles, por segundo día consecutivo, encadenado en la entrada de la embajada de su país en Santo Domingo, para intentar que una misión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) se interese en un caso de presunta violación de los derechos humanos en su contra.
Se trata de Jean Wilkens Guillaume, de 41 años, quien ató su tobillo derecho al portón de la delegación diplomática, ubicada en la Zona Universitaria de la capital de la República Dominicana.
El hombre, quien ha decidido solo tomar agua, asegura que en 2007 fue víctima de una brutal golpiza por parte de agentes de Migración en el municipio de Higüey, este del país, donde trabajaba como albañil y camarero en hoteles de la zona.
De acuerdo con declaraciones ofrecidas hoy a Efe por Guillaume, los agentes lo detuvieron cuando se dirigía a su trabajo, en un vehículo, acompañado de varios compatriotas.
Una vez detenido, lo introdujeron en un vehículo donde le golpearon y le despojaron de sus documentos de identidad.
"He ido a varias fiscalías a poner la denuncia, pero no me han dado respuesta", narró Guillaume, quien aseguró tener 19 años residiendo en la República Dominicana.
El extranjero dijo que tiene "pruebas" de lo que ocurrió y que los golpes "contusos" que recibió por parte de los agentes de migración le han impedido volver a trabajar.
El hombre busca que la misión de la CIDH que visita esta sema
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