Como una cantinflada calificó ayer la facción de Hipólito Mejía el argumento del grupo de Miguel Vargas para justificar su permanencia en la presidencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) más allá de 2013.
Héctor Guzmán, vocero de Mejía, señaló que aparte de que la Junta Central Electoral (JCE) certificó que el mandato de Vargas termina el 19 de julio de este año, los estatutos del PRD son claros respecto a cuándo vence el período de sus autoridades.
Las declaraciones de Guzmán son en respuesta a la afirmación del grupo de Vargas, quien a través de Víctor Céspedes invocó lo que en derecho se denomina “interrupción de la extinción del plazo” como efecto de las acciones de la facción de Mejía y sus seguidores, para afirmar que sus funciones como presidente del PRD podrían ser por tiempo indefinido.
Para muestra un botón. Aseguró que Vargas ha estado ejerciendo sus funciones como presidente del PRD sin problemas, e indicó que una prueba de eso es que Vargas es quien firma los cheques de la organización política, lo cual no podría hacer si su ejercicio estuviera paralizado.
Un mandato estatutario. Guzmán refirió que los artículos 22 y 23 establecen claramente que cada cuatro años el PRD tiene que celebrar su Convención Nacional para elegir a sus autoridades y ratificar a los que resulten electos en las primarias internas.
“Por tanto, lo que dice Céspedes no es más que un argumento baladí, una cantinflada que no tiene asidero jurídico y ni siquiera racional, pero que además no convence a nadie”, enfatizó.
Se quedan sin argumentos. El vocero de Mejía dijo que la falta de argumentos para justificar su resistencia a la Convención es lo que está poniendo a la gente de Vargas a “hablar tantos disparates”.
Los exhortó a que, si realmente creen en la institucionalidad y respetan los estatutos del partido y sus organismos, cumplan con las reglas internas.
Ni una cosa ni la otra. Guzmán acusó a la facción de Vargas de tratar de boicotear el diálogo propuesto por Mejía en procura de solucionar la crisis del PRD, porque no quieren Convención, a la cual, dijo, le huyen “como el Diablo a la cruz” porque no tienen la base del partido.
Consideró que de ahí el condicionamiento que hicieran ayer el propio Vargas y Aníbal García Duvergé para que ese diálogo se produzca.
“Nosotros creemos que ese es un recurso político con el que buscan perturbar las gestiones que en ese sentido se han hecho para que la Iglesia Católica y otros importantes sectores de la sociedad medien para la solución de la crisis interna del PRD, que entendemos no va a prosperar”, enfatizó Guzmán.
Mejía hizo lo suyo. Recordó que el expresidente Mejía y demás dirigentes del PRD que están con él han acogido la sugerencia hecha por la Iglesia de parar cualquier acción que pueda entorpecer la iniciativa de diálogo, al aplazar la reunión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que se celebraría ayer, para crear las condiciones para diálogo.
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¡Convención!
¡Convención!
El vocero del expresidente Mejía sostuvo que la mayoría de los perredeístas quiere que haya un entendimiento entre las dos facciones en que está dividido el PRD, para que este año, como lo establecen los estatutos, se celebre la Convención para elegir a las nuevas autoridades que habrán de dirigir al partido blanco.
Apoyo total
Guzmán dijo que la facción que encabeza Mejía está directamente apoyando ese sentimiento mayoritario de quienes, afirmó, realmente son los dueños del PRD, las bases.
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