Los bomberos arribarona las inmediaciones de la discoteca Kiss, en la ciudad brasileña de Santa María, en el estado de Río Grande do Sul, a 286 kilómetros de Porto Alegre, la capital regional, donde la pasada madrugada se declaró un incendio en el que al menos 200 personas murieron
Brasil amaneció ayer estremecida con la noticia de que 232 jóvenes, en su mayoría estudiantes de la Universidad Federal de Santa María, una ciudad del estado Río Grande do Sul, fallecían por un incendio en la discoteca Kiss. No es la mayor tragedia de esta naturaleza en Brasil, aunque sí la más grave en los últimos 50 años. El 17 de diciembre de 1961, un incendio durante una función de circo mató al menos a 503 personas, la mayoría de ellos menores de edad, en la ciudad de Niteroi, vecina de Río de Janeiro. La tragedia de la madrugada del domingo es el resultado de la combinación de varios factores: imprudencia, negligencia y la falta de tino de quienes estuvieron llamados a garantizar la seguridad del centro nocturno. Murilo Lima, uno de los asistentes a la celebración estudiantil que incluía dos bandas de música y tres DJ, dijo a la agencia ANSA que “el incendio se originó porque el vocalista de la banda (Gurizada Fandanga) tomó una bengala o un fuego pirotécnico y una chispa tocó en el techo”, compuesto por goma espuma, como aislante acústico. Más dramático fue el relato de la universitaria Luciane Lorena: “En cuestión de segundos, el músico le tiró a la primera llama un vaso de agua que había en el escenario y luego tomó un matafuegos. Cuando intentó accionarlo, no funcionaba. El fuego se expandió por el techo en tres minutos: entre 400 y 1 000 personas se agolparon en busca de una salida. La única que había era la entrada. Estuvimos como 10 minutos intentando salir, pero los guardias de seguridad de la puerta no nos dejaban salir pensando que no queríamos pagar” . A pesar de las llamas, las puertas de la discoteca Kiss fueron trancadas, y decenas de personas se agolparon para intentar derribarlas y escapar, contaron testigos. La mayoría falleció asfixiada en un tumulto por el pánico y una nube de humo negro. En medio del caos, decenas de personas quedaron tiradas en la calle fuera de la discoteca, para desesperación de sobrevivientes y bomberos que intentaban reanimarlas y abrir agujeros en las paredes con pesados martillos para rescatar más gente. El ministro brasileño de Salud, Alexandre Padilha, quien se desplazó hacia Santa María junto con numerosos médicos y socorristas, aseguró que tan solo el 20% de los hospitalizados sufrió quemaduras y en solo 16 casos se registraron quemaduras de gran extensión. “Con los cuerpos la proporción fue menor. Solo una pequeña minoría fue víctima de quemaduras”, afirmó Padilha, quien relató que la mayoría de los internados es tratada por intoxicación respiratoria y que 30 pacientes tienen ventilación asistida. Hasta ahora ninguna autoridad ha confirmado el número de personas presentes en la discoteca, cuya licencia de funcionamiento estaba vencida, ni la capacidad de la misma, pero algunas versiones indican que eran alrededor de 1 000. “Desde agosto la discoteca Kiss no tenía d autorización municipal para funcionar”, informó el jefe del cuerpo de bomberos de Río Grande do Sul, Moisés Fuchs. Una imagen horrorosa encontraron los bomberos en los baños, cuando ingresaron en medio del humo tóxico: decenas de cuerpos uno encima del otro. Es que según Fuchs, la señalización de la discoteca estaba en condiciones precarias y muchos identificaron los baños como una puerta de salida. La dolorosa noticia obligó a la presidenta Dilma Rousseff a abandonar Santiago de Chile, en donde se encontraba por la primera Cumbre Celac-UE. “Quien necesita de mí en este momento es el pueblo brasileño. Pedí a todos los ministros ayudar en todo lo que puedan y trasladarse allá, y yo también estaré allá”, aseguró Rousseff y se dirigió al Hospital de la Caridad, en donde se atiende a la mayoría de los heridos, y luego fue al Centro Deportivo Municipal, donde han sido depositados los cadáveres. “La primera (prioridad del Gobierno brasileño) es buscar salvar vidas, aquellas vidas que todavía podemos salvar”, añadió Padilha en una rueda de prensa. Mientras tanto, las autoridades de la ciudad de Santa María decretaron 30 días de duelo en honor a sus hijos. Otras tragedias 1961 En el Gran Circo Americano, un trapecista realizaba maniobras con fuego, que quemó la lona de la carpa, en Niteroi. 503 personas fallecieron ese día. 2004 El 30 de diciembre, 193 personas murieron durante el concierto de la banda Callejeros en la discoteca Cromañón. Hasta ahora los familiares piden justicia. 2006 El 27 de noviembre, nueve personas murieron en un incendio declarado en la discoteca Yersey, en el este de Santo Domingo, causado por un fallo eléctrico . 2008 El 19 de abril, un incendio durante un concierto de rock gótico en la discoteca Factory, en Quito, causó 19 muertos. Las salidas de emergencia estaban cerradas.
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