El hombre estaba en complicidad con una funcionaria del NHMVD condenada a 28 años
NUEVA YORK._ El dominicano Adalberto Medina (derecha) y la ex funcionaria Donna Rockholt, condenados por vender cientos de licencias de conducir falsas en New Hampshire (Eagle Tribune)
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NUEVA YORK._ Un falsificador dominicano de licencias de manejar del Departamento de Vehículos y Motores (NHDMV) en la ciudad de Brentwood (New Hampshire) y su cómplice, la ex funcionaria de esa agencia, Donna Rockholt, fueron condenado a 28 y 10 años de cárcel, respectivamente luego que ambos se declararan culpables por el delito de soborno, robo, conducta oficial inapropiada, corrupción y otros cargos. Adalberto Medina, vendió cientos de esos documentos fraudulentos en complicidad con importantes funcionarios del NHDMV como la señora Rockholt de 49 años y quien aceptó sobornos del dominicano para procesar los permisos con documentos falsos y costear su adicción a las drogas.
Ella fue sentenciada a 28 años en la cárcel.
Medina fue sentenciado por cargos de soborno, robo y falsificación de documentos federales y estatales, porque negoció la sentencia con los fiscales para implicar a funcionarios del HNDMV en la conspiración.
El dominicano que es ciudadano estadounidense, será deportado a su país natal al término de su sentencia. Los fiscales dijeron que el caso es el más grande y de mayor alcance de corrupción estatal en el estado de New Hampshire.
Medina y la mujer utilizaban la oficina del departamento en Salem como una fábrica de licencias personales que vendieron a docenas de personas, quienes trataron de esquivar la ley, porque son inmigrantes ilegales en Estados Unidos, añadieron los fiscales.
Desde el 2005, el dominicano y la ex funcionaria estatal comenzaron a vender las licencias falsas en $2.500 dólares cada una. La Fiscal Federal Adjunta Jane Young dijo que los investigadores confiscaron 67 licencias en poder de la acusada y quien había cobrado un total de $34.000 dólares.
Ella se declaró culpable de los cargos en febrero de este año y según los fiscales, el fraude fue posible gracias a la debilidad del sistema de identificación de la agencia, cuyo software carecía de reconocimiento facial como existe en otros estados.
En el otoño del 2009, una confidencia hecha a la policía estatal de New Hampshire condujo a las autoridades a la funcionaria. “Medina se acercó a la señora Rockholt para pedirle que le hiciera una licencia para un amigo, pero luego volvió en múltiples ocasiones con dinero en efectivo”, sostienen los fiscales.
Michael Lewis, fiscal asistente dijo que el dominicano se benefició más que nadie del fraude y recibía $1.600 dólares por licencia de manos de la mujer y otra cómplice, Angie Paola Patrone residente en Lawrence (Massachusetts).
Fuente: El Nuevo Diario
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