Un fuerte terremoto de 6,8 grados de magnitud sacudió la zona central de Filipinas el lunes y dejó al menos cinco personas muertas, edificios destruidos y provocó deslaves que enterraron decenas de hogares atrapando a los residentes.
Al menos otras 29 personas están desaparecidas.
El terremoto que se situó en un pequeño estrecho junto a la isla de Negros, causó un deslave en Guihulngan, una ciudad de unos 180,000 habitantes en la provincia Oriental de Negros. Hasta unas 30 casas quedaron enterradas y al menos 29 personas están desaparecidas, dijo el alcalde Ernesto Reyes.
Reyes agregó que cuatro personas murieron ahí, incluyendo un estudiante en la universidad y otros dos en una escuela primaria. Otra persona murió al colapsar el mercado del pueblo.
El sismo, que ocurrió a las 11:49 de la mañana (0349 GMT), desencadenó otro deslave en una villa de Solongon en el pueblo de La Libertad, también en Negros Oriental. Se desconoce el número de personas que quedaron atrapadas, dijo el jefe de la policía de La Libertad Eric Arrol Besario.
"Estamos sacando palas y sierras eléctricas para empezar el rescate porque hay gente atrapada ahí. Algunos gritaban por ayudan hacía un rato", dijo Besario vía telefónica.
Tres puentes importantes en el pueblo se agrietaron y no era posible pasar a través de ellos, agregó.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas emitió una breve alerta de maremoto para las islas centrales. Unas cinco chozas fueron derrumbadas en un balneario en la playa en La Libertad por olas gigantes, aunque no se reportaron heridos, dijo el superintendente de la policía Ernesto Tagle.
La gente salió de las escuelas, los centros comerciales y las oficinas durante el movimiento telúrico. Funcionarios en ciertas áreas suspendieron el trabajo.
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