SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Los jueces que componen el cuarto tribunal colegiado del Distrito Nacional, Pilar Rufino, Daniel Nolasco y Daira Medina, aplazaron para el próximo miércoles el juicio que se le sigue a los 9 presuntos sicarios, uno de los cuales confesó, según el interrogatorio, haber participado en dos de los crímenes que les atribuyen las autoridades. El aplazamiento de la audiencia fue debido a que faltaron tres testigos de los seis que fueron citados a audiencia de este miércoles, quedando fijada la próxima para el miércoles 30 de este mes.
De acuerdo a las declaraciones dadas por el testigo, el coronel Ney Bautista Almonte, uno de los nueve presuntos sicarios de Figueroa Agosto, durante el interrogatorio realizado en el proceso de investigación, admitió su participación en los asesinatos de Omar Antigua y Rubén Soto Hayet, pero aseguró que no participó en la trama contra el ex coronel José Amado González y González.
Según el coronel Bautista Almonte, quien participó en las investigaciones en el momento en que ocurrieron los crímenes, José Miguel Rodríguez Almonte (Job), fue el “zapo” del grupo, quien durante los interrogatorios practicados por la Policía, incriminó a los demás imputados, explicando que antes de ultimar a Soto Hayet, iba a ejecutar a Juliana Morel, prima de Sobeida Félix Morel.
Dijo que la salvación de ella fue no salir de su casa, porque en esos días se había practicado una cirugía plástica.
El coronel Bautista Almonte negó que el imputado delatara la participación del grupo como parte de un acuerdo, sino que Job firmó voluntariamente el interrogatorio en presencia de su abogado.
Otro que testificó fue el coronel Guillermo Ubiera, quien hizo el recorrido en el lugar contra crimen contra González y González, interrogando a varias personas, quienes dieron la descripción de los que cometieron el hecho.
Ubiera declaró que el vehículo en el que andaba González González fue comprado por Cristian Almonte (Figueroa Agosto), pero que el mismo fue retirado por el asesinado esposo de Madeline Bernard.
El tercer y último testigo fue el también coronel Rafael Méndez Taveras, quien dijo que su participación fue entrevistar a Evelin de Haza, esposa de uno de os imputados, quien le entregó una maleta con dos cargadores de pistolas Glob, dispositivos de armas de la misma marca, una culata para fusiles, entre otros pertrechos militares.
De su lado, el imputado Job dijo a la salida del tribunal que es inocente de todo lo dicho en su contra, que la realidad es otra y no palabras, que todo lo testimoniado es mentira, que no existe ningún interrogatorio y que “Dios es el que sabe” porque confía en él.
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